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Divorcio, ¿fracaso u oportunidad?

  • Transforma tu vida con un cambio de pensamiento

Ilustración

Ilustración / Sara Pequeño

Hace 38 años, el 22 de junio de 1981, el Congreso de los Diputados aprobaba la Ley del divorcio. Este hecho supuso un vuelco cultural y un gran salto hacia un nuevo paradigma de pensamiento y forma de entender la vida para los españoles. Desde entonces, las creencias al respecto también se han ido modificando y evolucionado, pasando de percibir el divorcio como un fracaso a una etapa vivida y finalizada como parte de los acontecimientos de la vida. No en vano, en la actualidad siete de cada diez matrimonios acaban en ruptura, según reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Lejos han quedado aquellos tiempos en los que el matrimonio era percibido por la sociedad como un contrato indisoluble. Hoy en día se acepta y se asume que el amor entre la pareja no tiene por qué durar toda la vida como antaño. La autonomía económica laboral de ambos sexos ha repercutido en la toma de decisiones y libertad para elegir cómo y con quien se desea compartir el resto de nuestra vida.

El divorcio conlleva un proceso de duelo que en ocasiones puede complicarse por las disputas legales y la batalla por la custodia de los hijos o los bienes materiales. Pese a ello, un divorcio se puede hacer de forma que resulte lo más saludable y positivo para ambos miembros de la pareja, o al menos intentarlo. La predisposición y manera de encararlo por parte de ambos cónyuges determinará el devenir de los acontecimientos. 

La toma del control de nuestros pensamientos de una manera potenciadora facilitará el proceso, ya que los pensamientos determinan nuestras emociones y, por ende, nuestros sentimientos. Nosotros decidimos qué tipo de pensamientos deseamos crear. Podemos elegirlos insanos y auto destructivos o sanos y constructivos. 

Transforma tu vida con un cambio de pensamiento:

Nunca lo superaré o entender el duelo para sanar

El sentimiento de pérdida o asumir que una etapa llegó a su fin es el proceso de duelo por el que debemos pasar. Conocer el duelo tras un proceso de divorcio ayuda a comprender mejor que existen diferentes etapas que hay que vivir  para ir digiriendo el nuevo cambio de vida. Todo pasa, solo es cuestión de tiempo e ir adaptándose a la nueva situación.

Quedarse atrapado en el pasado vs. aceptar que la vida es cambio 

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Ilustración / Sara Pequeño

La persona de la que te enamoraste hace 10 años, ya no es la que era, ni tú tampoco. Tu necesidad de ahora no es la de antes ni la de mañana probablemente sea la de ahora. Cada individuo va evolucionando y creciendo según sus necesidades, creencias y nivel de conciencia de forma diferente. Si tu relación apretaba es que ya no era tu talla. Aceptar el cambio es avanzar y abrazar la vida.

Si no tengo familia no voy a ser feliz vs. la felicidad es un estado interior

La familia que te acompaña no siempre es de sangre. Podemos tener amistades muy puras que nos nutran más y sean más importantes para nosotros que cualquier persona de nuestra propia familia. La felicidad es un estado interior de bien estar, no depende de agentes externos sino de cómo tú aprendas a aceptar, dar solución a las adversidades y forma de pensamiento, es decir, depende de tu actitud mental.

Un divorcio es un fracaso vs. un divorcio como oportunidad de nueva vida 

Fracasar no es divorciarse, fracasar es haber encontrado el amor y no haber apostado por él. Fracasar es permitir llevar una vida que ya no te hace feliz. Un divorcio es una etapa más de la vida que llegó a su fin y te brinda nuevas oportunidades.

Un divorcio es una ruina vs. un divorcio es una liberación 

Un divorcio económicamente puede suponer una bajada de status importante al tener al inicio mayores gastos, pero emocionalmente puede aportarte la mayor de tus riquezas y liberaciones. Liberarte de lo que ya no te nutre no tiene precio. Solo precisas tiempo de adaptación y asimilación de tu nuevo estado.

Qué haré sin él / ella vs. el divorcio para volver a mi

Tras un divorcio el reencuentro con uno mismo es crucial. En soledad aprendemos a conocernos y reconocerse. Ahora decides tú lo que deseas ser y hacer sin necesidad de complacer o pactar con nadie más que contigo mismo. Te conviertes en el auténtico dueño de tu vida.

Mis hijos sufrirán siempre vs. mis hijos se adaptarán a la nueva situación

La pareja es transitoria, los hijos son para siempre. Los hijos al igual que los padres necesitan un período de adaptación. El mayor o menor sufrimiento dependerá de cómo los padres gestionen su divorcio. Si los padres tratan el divorcio como una situación de cambio y hacen entender a los hijos que es beneficioso para la familia, los hijos lo irán gestionando de una forma sana.

Jamás volveré a casarme vs. encontraré a alguien más compatible con mi vida

Si por el contrario deseas en un futuro una nueva relación, datos recientes de la ONU en el año 2018 revelan que existen 7.450 millones de personas en el mundo.Así que no temas, entre tantos millones aparecerá la persona adecuada. Cuando te sientas preparado, lo que buscas te estará buscando a ti y encontrarás a otra persona más afín que tu relación anterior . En esta etapa con conciencia ya identificas y eliges lo que deseas y no deseas para compartir tu vida. Hasta llegar a ese punto, el trabajo interior, el autoconocimiento serán las llaves mágicas que abrirán todas las puertas que desees para renacer en tu nueva etapa de vida.

En definitiva, el divorcio es una etapa vivida y finalizada que da pie a una nueva oportunidad y experiencia de vida para ofrecernos la felicidad que merecemos. De ti depende cómo eliges vivirlo.

 

 

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