Las dos orillas

josé Joaquín / león

Retorno al balonmano

COMO negociante lo han trincado, pero como jugador de balonmano tiene un palmarés extraordinario. Ganó 40 títulos en 14 temporadas, entre ellos seis Copas de Europa y 10 Ligas españolas, además de disputar tres Juegos Olímpicos y conseguir dos medallas de bronce en Atlanta 1996 y Sidney 2000. Sólo tuvo un club, el FC Barcelona de balonmano, y un solo entrenador, Valero Rivera, el mejor de los mejores, cuyo mito se ha agrandado con el último título del Mundial para España. Ahora Valero va a cambiar los éxitos por los petrodólares de Qatar y se ha buscado el ayudante ideal: Iñaki Urdangarín.

La solución era esa. Siempre nos quedará el balonmano. Siempre nos quedará Qatar. Está en el punto de mira; pero, bien mirado, Iñaki está como la mayoría de los españoles: parado y con una amenaza de desahucio. Le descubrieron lo del Instituto Nóos y perdió su trabajo en Telefónica. Le ha pasado lo mismo que a seis millones más. Y tiene pendiente el embargo de su casa de Pedralbes, en Barcelona, como otros ricos venidos a menos. Debe pagar gran parte de la hipoteca, como tantos. Aunque es cierto que no ha escracheado a nadie, que se sepa, aún teniendo muchos conocidos en el gremio de los políticos.

Así las cosas, Iñaki Urdangarín se está convirtiendo en un símbolo de la realidad española de hoy. Está parado, casi al borde del desahucio, desesperado, pendiente de los tribunales; pero, al mismo tiempo, es un joven de 45 años sobradamente preparado… No le queda más alternativa que la emigración. No será un emigrante como el de Juanito Valderrama, ni el Pepe de Alemania, siempre hemos tenido clases, pero sí uno más en la fuga de nuestros talentos, que se nos van todos a los países emergentes, mientras aquí se quedan los escrachistas, o como se llamen. Iñaki se puede ir a Qatar, un país que avanza, donde el dinero está en buenas manos y no existe la crisis. Un país árabe como Alá manda, donde no hay primaveras revolucionarias, porque siempre es verano.

La jugada es perfecta, otro gol por la escuadra. ¡Adentro!, como gritaba Luismi López. Ahora Urdangarín tiene una oferta para irse a Qatar, que patrocina al Barça, y la infanta Cristina se quedará en la capital catalana. Mientras se habla de ellos, Artur Mas se entrevistará otra vez en secreto con Mariano Rajoy. Esto es un palo para los republicanos, que no se esperaban la jugada, un contraataque perfecto.

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