Quien haya permitido que esta exposición se presente en el Palacio Provincial, buque insignia, desde hace muchísimos años, de la infraestructura artística gaditana y espacio privilegiado hasta donde ha llegado lo mejor del arte nacional, echando por tierra el prestigio acumulado, ni sabe lo que ha hecho permitiéndolo ni está al tanto de lo que es Ubrique en este tipo de pintura. Pero vayamos por partes, Ubrique pinta es el nombre de un colectivo artístico al que pertenecen una serie de pintores muy definidos de la localidad serrana y que, no cabe la menor duda, tienen todo el derecho del mundo a buscar los mejores medios y los sitios más adecuados para presentar su obra; pero, de ningún modo, representan a Ubrique ni a la pintura que se hace en Ubrique donde, desde hace muchísimo tiempo, existe un gran número de autores cuya entidad está, como mínimo, en la misma línea creativa que estos autores que presentan su obra en los espacios del palacio de la Diputación.

Si se ha ofrecido éste en un deseo de dar una oportunidad a artistas de una población importante de la provincia, en un afán de abrir las puertas del claustro a todos aquellos que lo solicitan, claramente se han confundido de lugar y sólo se ha colaborado con una pequeña parte de lo que se hace en Ubrique y que, además, no es la más representativa de la creación que allí tiene lugar. Por lo tanto, ni por uno ni por otro motivo, se ha acertado con una exposición que, además, dice bastante poco, toda vez que la muestra es muy -pero que muy- cortita. Pintura normal, amable, sin exigencias, de la que se hace en todos los sitios - y mucho más en Ubrique -, por casi todos y que aporta muy poco a la realidad artística.

Se trata de una serie de obras de ocho autores que, creo, sólo se representan a ellos mismos y que dejan fuera de sitio a muchísimos artistas de Ubrique, con infinitamente más oficio, más creatividad y mayor entidad que lo que se presenta tras el título recurrente, pero equívoco, de Ubrique pinta. ¿Cómo en una exposición con ese título no están los pintores José Luis López Núñez, Miguel López Salas, Joaquín Domínguez, José Luis Angulo - medalla en el premio BMW-, Pedro Lobato -conocido en toda España por su calidad, profesionalidad y por haber obtenido reconocimientos en los certámenes más significativos de este país-, así como una serie de jóvenes de la localidad que están pegando con fuerza -Ciro García Rodríguez, Estefanía Hernández Guerra, Juan Jesús Lobato, Alberto Oliva, Patricio Rivero, Remedios Rubiales, Pedro Chacón, entre otros- y que deben ser muy tenidos en cuenta en este panorama tan necesitado de buenos presupuestos.

Poco efectiva y clarificadora esta exposición que hace pensar que, en materia artística, en la Diputación Provincial, cualquier tiempo pasado fue infinitamente mejor.

Palacio de la Diputación Cádiz