¿El paracetamol es malo durante el embarazo? Esto opinan los expertos sobre el extraño anuncio de Trump
El presidente de EE. UU. aviva la polémica al vincular el consumo de este analgésico con el autismo
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado sorpresa y confusión al anunciar que recomendará limitar el uso de paracetamol durante el embarazo, alegando un supuesto vínculo con el riesgo de autismo en los niños. La Casa Blanca ha adelantado que la FDA incluirá advertencias en el etiquetado del medicamento más recetado para la fiebre y el dolor leve. La noticia, difundida en su discurso desde el Despacho Oval, ha provocado un aluvión de reacciones tanto en la comunidad médica como entre los fabricantes del fármaco.
El anuncio ha despertado inquietud entre miles de futuras madres que recurren habitualmente a este analgésico, considerado hasta ahora la opción más segura en el embarazo. Pero ¿qué dicen realmente los estudios y la ciencia?
Trump señala al paracetamol, la ciencia pide prudencia
"Tomar Tylenol no es bueno durante el embarazo, lo digo claramente", aseguró Trump, aludiendo a que solo debería usarse en casos de fiebre alta o dolor intenso. El presidente de los Estados Unidos, afirmaba que: "Por esta razón, estamos recomendando encarecidamente que las mujeres limiten el uso de tylenol durante el embarazo, a menos que sea médicamente necesario". Según adelantó, la FDA prepara una campaña nacional para advertir de los riesgos. "EEUU recomendará evitar el consumo de paracetamol entre embarazadas al asociarlo con riesgo de autismo".
Frente a estas palabras, la farmacéutica Kenvue, responsable de la marca Tylenol, respondió que el paracetamol es "el analgésico más seguro para las embarazadas, siempre que se utilice bajo necesidad y supervisión médica". "Sin él, las mujeres se enfrentan a alternativas peligrosas: padecer afecciones como fiebre, potencialmente perjudiciales tanto para la madre como para el bebé", aseguraba el fabricante del mismo en unas declaraciones
Los especialistas también se apresuraron a matizar. Expertos consultados por el Science Media Centre recordaron que no existen pruebas sólidas que avalen la relación causal entre el consumo de paracetamol en la gestación y el autismo. “Hay muchos estudios que refutan esta correlación, que usaron datos de hermanos y no encontraron relación entre la exposición al paracetamol en el útero y el autismo, el TDAH o la discapacidad intelectual posteriores”, explican.
Qué dicen los estudios más recientes
El análisis más amplio hasta la fecha, realizado en Suecia con 2,4 millones de nacimientos entre 1995 y 2019, concluye que no hay evidencia de que el uso del fármaco en el embarazo aumente el riesgo de autismo ni de otros trastornos del desarrollo.
Otros expertos señalan que las investigaciones que sí apuntan a un posible vínculo presentan limitaciones importantes: muestras reducidas, factores genéticos o ambientales no controlados y correlaciones que no implican causalidad. "El autismo es resultado de varios factores combinados, especialmente la predisposición genética. Cualquier asociación aparente con el paracetamol desaparece cuando se ajustan los análisis", subrayan los investigadores.
El riesgo del alarmismo en la salud pública
Los científicos insisten en que el verdadero peligro puede ser el alarmismo. “No hay pruebas convincentes que sugieran una relación causal. Este tipo de mensajes puede hacer que las mujeres eviten tratamientos necesarios durante el embarazo”, advierten. "Además, se corre el riesgo de estigmatizar a las familias que tienen hijos o hijas autistas como si ellas mismas lo hubieran provocado, y se reaviva el antiguo patrón de vergüenza y culpa materna que hemos visto resurgir repetidamente en los últimos 70 años, en los que se intenta culpar de alguna manera a la madre por el autismo", afirma Monique Botha, profesora asociada de Psicología Social y del Desarrollo en la Universidad de Durham en Reino Unido.
En la práctica, los médicos recomiendan seguir pautas de sentido común: usar paracetamol solo cuando sea necesario, en la dosis mínima efectiva y siempre bajo supervisión profesional. “El riesgo de fiebre alta sin tratar en el embarazo es real y puede ser mucho más dañino que el propio fármaco”, recuerdan los especialistas.
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