Begoña Pérez, 'La Ordenatriz', tiene el truco definitivo para quitar el mal olor en la ropa: "Así todo huele increíble"
Una sencilla mezcla casera consigue que la ropa recupere frescura, neutralice olores y deje un aroma agradable en tejidos y estancias
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La búsqueda de un aroma agradable en la ropa y en el hogar se ha convertido en una de las prioridades cotidianas para muchas personas. El simple gesto de ponerse una camisa recién lavada o abrir unas sábanas con un olor suave y familiar se percibe como un pequeño placer diario. Consciente de ello, Begoña Pérez, conocida en redes como La Ordenatriz, ha compartido un truco casero que promete convertirse en un aliado infalible para eliminar los malos olores y mantener una sensación de frescura duradera en cualquier tejido.
El secreto está en una mezcla económica y muy fácil de preparar
El método propuesto se basa en una fórmula sencilla y accesible, que requiere ingredientes habituales en la mayoría de hogares. Para elaborarla, se recomienda mezclar 350 ml de agua con una cucharadita de bicarbonato sódico y 150 ml de agua de colonia con base de alcohol.
El bicarbonato actúa como un potente neutralizador de olores, mientras que la colonia aporta el toque aromático que impregna las prendas y las estancias. Una vez lista la mezcla, el producto puede aplicarse con un pulverizador sobre la ropa, cortinas o incluso textiles del hogar, siempre teniendo en cuenta una indicación clave: evitar su uso en sedas u otros tejidos delicados que puedan dañarse con el contacto del alcohol.
Aromatizador y ambientador en un solo paso
Uno de los aspectos más destacados de este truco es su versatilidad. No solo ayuda a que la ropa adquiera un olor agradable, sino que también puede emplearse como ambientador casero. Para ello, basta con modificar ligeramente la receta original: sustituir el agua de colonia por 75 ml de agua y 75 ml de alcohol, y añadir unas gotas de aceites esenciales al gusto.
Entre las opciones más recomendadas se encuentran la lavanda, con su efecto relajante, la canela, que aporta calidez, o la vainilla, que crea un ambiente acogedor. El resultado es un ambientador personalizado, económico y totalmente adaptable a los gustos de cada hogar.
Un gesto simple con un gran impacto en la rutina diaria
La propuesta de la ordenatriz no solo responde al deseo de disfrutar de un aroma agradable, sino también a la necesidad de combatir los olores que permanecen en los tejidos tras el uso o el almacenamiento. Gracias a la acción absorbente del bicarbonato, las prendas recuperan frescura sin necesidad de recurrir a productos industriales más agresivos o costosos.
Además, el proceso resulta rápido y fácil de incorporar a la rutina diaria. Con un pulverizador de calidad y la precaución de agitar bien la mezcla antes de cada uso, el resultado es inmediato: la ropa y los espacios adquieren ese aroma suave y familiar que convierte lo cotidiano en algo más agradable.
El poder del aroma en el bienestar del hogar
El sentido del olfato tiene una influencia directa en la percepción de los espacios y en el estado de ánimo. Por ello, contar con un método tan práctico para controlar y mejorar el olor en la ropa y en la casa puede marcar la diferencia en la sensación de confort.
La popularidad de este tipo de trucos demuestra el creciente interés por soluciones caseras que combinan eficacia, sencillez y sostenibilidad. Frente a los ambientadores convencionales o los productos de limpieza intensivos, estas fórmulas permiten recuperar lo esencial: un entorno que huele bien y transmite bienestar.
Con este consejo, Begoña Pérez vuelve a poner en valor el papel de los pequeños gestos en el orden y la armonía del hogar. Una camisa recién perfumada o unas sábanas con aroma agradable no solo transmiten limpieza, sino que también se convierten en un recordatorio de que la comodidad y el cuidado del entorno empiezan en los detalles más simples.
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