Será el octavo director general o presidente de RTVE consecutivo que no llega a los tres años de gestión. La poltrona de Prado del Rey achicharra a quien se sienta en ella y Leopoldo González-Echenique ha sido uno de los rectores que más ha sufrido en el cargo, con ingratitudes desde sus propias filas y animadversión desde todos los frentes. Ni la programación satisfacía al público, ni los informativos a la cúpula del PP, mientras que era imposible que le salieran las cuentas con la fragilidad del actual sistema de financiación al que se le añadió el severo recorte de ingresos de la administración. González-Echenique se rinde y ya ha presentado su renuncia a la vicepresidenta y hasta ahora amiga personal, Soraya Sáenz de Santamaría, y hoy ha presentado su dimisión. Otra baja en la órbita de un Gobierno que carboniza.

La cifra más aparente que luce este período de gestión son los 226 millones de euros de déficit que suma RTVE desde 2012, cifra que añadiría como mínimo otros 100 millones de este año. Desde Hacienda debe llegar un auxilio económico que se ha resistido desde el verano, una de las causas directas de la dimisión. La RTVE sin publicidad se vio con 292 millones de transferencia frente a los 547 millones que llegaron de las arcas públicas en 2011, mientras se asistía a la reducción de los ingresos por tasas desde las cadenas privadas y las empresas de telecomunicación ante el agravamiento de la crisis. El presidente de RTVE presentaba un convenio colectivo que finalmente se marcha sin haberlo rubricado. Los despidos en los centros de radio de onda corta (donde se servía la señal por aire de Radio Exterior, tecnología presentada como obsoleta), han sido una de sus últimas decisiones. El relevo de González-Echenique deberá hacer suyas algunas medidas expeditivas como el cierre de Teledeporte.

El relevo en la dirección de contenidos, con José Ramón Díez desde este verano, ha llegado tarde a este presidente que ha visto cómo La 1 bajaba de los dos dígitos de cuota de audiencia. Desde 2010, en que se suprimió la publicidad, La 1, que lució entonces un 18,6% de share mensual en enero (15,3% en septiembre), ha perdido más de un tercio de su audiencia (este agosto, 9,3%). Los Telediarios, históricamente líderes y que recuperaron el primer puesto en 2006, llevan dos años por detrás de los de Telecinco y hasta pueden ser relegados por los de Antena 3. La labor de Julio Somoano ha sido frustrante en especial para el entorno del PP, mientras sus contenidos eran rechazados por una parte de la audiencia que se ha ido repartiendo por las privadas. La misión de rectificar el rumbo de RTVE se presenta muy ardua y complicada para el relevo de González-Echenique que podría ser un coleccionista de fiascos: Ernesto Sáenz de Buruaga.