El ruido blanco: ¿En qué consiste? ¿Ayuda a conciliar el sueño?

19 de marzo. No solo es San José y el Día del Padre; también es el Día Mundial del Sueño. Y en este 2021 el objetivo se centra en concienciar para conseguir un sueño regular, esencial para una buena salud en época de pandemia.

Este día es una llamada anual a la acción mundial sobre la importancia de un sueño saludable. Los problemas para conciliar el sueño son cada vez más frecuentes, y esto se debe en parte al tiempo que pasamos delante de las pantallas, algo que ha incrementado especialmente en este último año marcado por la pandemia.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cerca del 25% de la población infantil padece algún tipo de trastorno del sueño y entre un 20 y un 48% de las personas adultas sufre en algún momento dificultad para conciliar el sueño.

Ante estos problemas han surgido diferentes métodos naturales o médicos para tratar de solventar la falta de sueño y las dificultades para conciliarlo. Uno de ellos es el ruido blanco, te explicamos en qué consiste.

¿Qué es el ruido blanco?

Científicamente, este se describe como una señal de sonido que contiene todas las frecuencias y estas son de la misma potencia. Son ruidos uniformes que no varían en intensidad y que podemos escucharlos de fondo para relajarnos.

Pueden consistir en sonidos naturales como la lluvia o el fuego de una chimenea, o en sonidos artificiales como la lavadora o la televisión a un volumen bajo. Estos sonidos rellenan el silencio que existe cuando estamos a punto de echarnos a dormir, quedando siempre en segundo plano para no llamar nuestra atención ni distraernos.

Un ejemplo lo encontramos en este vídeo, con una especie murmullo de fondo como si durmiésemos con la ventana abierta:

¿Ayuda realmente a conciliar el sueño?

Dependiendo de la persona, este método puede ser eficaz o no. Muchos afirman que escuchar este tipo de sonidos funciona para diferentes situaciones, como por ejemplo:

• Leer en medio de una reunión ruidosa.
• Estudiar sin escuchar discusiones o música de vecinos.
• Dejar de escuchar sonidos como mosquitos a la hora de dormir.
• Hacer deberes mientras hay personas hablando en la habitación.

En este sentido, escuchar ruido blanco puede ayudar positivamente a la concentración con un ruido constante alejándonos de otros sonidos que puedan resultarnos molestos. A la hora de conciliar el sueño también puede ser un punto a favor, pero depende de cada persona y su tolerancia a estos ruidos.

En este sentido, la neuróloga especialista en sueño del Instituto del Sueño, Celia García Malo, explica a Maldita Ciencia que estos sonidos pueden contribuir a la relajación, pero utilizarlos de forma recurrente puede ser contraproducente.