El primer británico infectado con ébola está ingresado en una clínica especializada en Londres, mientras que se han confirmado casos en la República Democrática del Congo, aunque en un brote al parecer independiente del de África Occidental. El enfermero británico, William Pooley, de 29 años, se contagió en una misión en Sierra Leona, donde trabajaba como voluntario. Es el segundo cooperante europeo que se enferma en África, tras el sacerdote español Miguel Pajares, que falleció tras contraer la enfermedad en un hospital de su orden en Liberia.

En la noche del domingo Pooley fue trasladado a Londres en un avión de la Fuerza Aérea británica adaptado para casos de enfermedades infecciosas. El transporte estaba listo ya 24 horas después de que se confirmara el contagio, informa la agencia PA. Luego, el transporte hasta el Royal Free Hospital, en el barrio de Hampstead, fue acompañado por escolta policial. El enfermero no presenta por ahora síntomas muy graves.

Mientras, el ébola afecta también a África Central: las autoridades de la República Democrática del Congo confirmaron infecciones aunque creen que no tienen que ver con la epidemia en el occidente del continente, según el ministro de Salud, Felix Numbi. En este país ha habido en el pasado varios brotes de ébola. El país pidió ayudas de 2,5 millones de dólares para frenar el avance del virus.

En Liberia, un médico murió de ébola en la noche del domingo pese a haber sido tratado con el medicamento experimental ZMapp, informaron medios locales. Abraham Borbor, que contrajo la enfermedad al estar tratando pacientes en el Centro Médico John F. Kennedy, en la capital del país africano, fue uno de los tres médicos a los que se les suministró el medicamento en Liberia. El ministro de Información, Lewis Brown, consideró un gran golpe la muerte de Borbor. "Ayer estaba caminando y los doctores tenían esperanza de que su recuperación sería total", lamentó. Otros dos médicos en Nigeria y Uganda están siendo tratados con el mismo medicamento.

Los estadounidenses Kent Brantly y Nancy Writebol, que trabajaron en el área de la salud en Liberia y resultaron infectados por el virus, se recuperaron tras recibir ZMapp y ser trasladados a Estados Unidos. En cambio, en el caso del sacerdote español Miguel Pajares el medicamento no tuvo efecto, aunque allí se sumaba el hecho de que sufría otras enfermedades previas. Del fármaco, que se fabrica en base a las plantas del tabaco, había muy pocas dosis, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya han sido repartidas. La producción sigue en marcha pero tarda meses en terminarse.

Japón ofreció un nuevo medicamento que podría servir para combatir el virus. Siguiendo la solicitud de la OMS el gobierno pondrá a disposición el fármaco Favipiravir, dijo el portavoz Yoshihide Suga. Fabricado por la farmacéutica Toyama Chemical, el preparado está autorizado en Japón contra la gripe y en un reciente estudio alemán en ratones fue efectivo también contra el ébola. Un medicamento ya autorizado del que existen reservas sería una solución al problema de la escasez de fármacos experimentales como ZMapp. La Organización Mundial de la Salud tiene registrados en Nigeria, Sierra Leona, Liberia y Guinea hasta el 20 de agosto 1.427 muertes por ébola. En 2012, la última vez que hubo un brote del virus en la República Democrática del Congo (ex Zaire, donde se descubrió por primera vez en 1976), hubo allí casi 60 infecciones y 29 muertes.