El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, quiere prohibir que las prostitutas ocupen las calles hasta el punto de impedir que transiten por ellas los ciudadanos. El edil socialista ha denunciado que el ejercicio de esa actividad acaba "desertificando" las calles, pero ha indicado que se trata de un "fenómeno universal" que requiere "respuestas globales". "Deberíamos tener normas que evitasen la proliferación del fenómeno en el espacio público", ha señalado Hereu, que ha recordado que la prostitución no está regulada. El alcalde de Barcelona ha explicado que se niega a pensar que la prostitución sea la imagen de la ciudad y ha asegurado que no debe ser el Ayuntamiento quien la regule. Hereu ha descartado crear zonas rojas donde se permita ejercer la prostitución. 

Hereu se ha referido a las últimas informaciones e imágenes de este verano, que alertaban de la degradación de la ciudad como consecuencia entre otras cosas de un turismo de bajo coste, y a las denuncias de que la ordenanza sobre civismo aprobada por el Consistorio hace tres años no ha servido para atajar algunos de los problemas de convivencia en la ciudad. 

Jordi Hereu ha negado que deba ser el Ayuntamiento quien regule esta actividad, y ha descartado crear alguna 'zona roja' que acoja el conjunto de la prostitución, como sucede en otras ciudades europeas. Ha desestimado por tanto el punto de vista de sus socios de gobierno de ICV-EUiA, porque, según ha señalado, sería imposible que alguna zona de residentes de la ciudad decidiera convertirse en un prostíbulo.

El alcalde ha recordado que el proyecto político que encabeza quiere hacer de Barcelona una ciudad de residentes en cualquier parte, y por lo tanto ha rechazado "desertificar un barrio para llevar allí todo lo que la gente no quiere vivir".

Hereu ha asegurado que la ordenanza "pionera" aprobada por Barcelona ha permitido avanzar en muchos aspectos para "afrontar los retos del espacio público", y ha prometido que, con la ayuda de los comerciantes y los vecinos del casco antiguo de la ciudad, esta zona saldrá adelante y conseguirá tener un corazón urbano "en condiciones". "Cuando los focos se vayan, el esfuerzo continuo del Ayuntamiento continuará en La Rambla", ha indicado. 

El alcalde de Barcelona ha descartado además poder sentirse "orgulloso" de las imágenes aparecidas durante los últimos días en algunos medios de comunicación, pero ha recordado que al tiempo que se tomaban esas fotografías la ciudad acogió el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, al que asistieron más de 30.000 especialistas en la materia traídos por el atractivo de la ciudad, y "eso también es Barcelona y Cataluña".

En la misma línea que el edil socialista habló también la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, quien urgió a las administraciones locales, autonómicas y estatales a tomar medidas "sin complejos" contra la prostitución en la calle, tanto en el centro de Barcelona como en el resto de Cataluña. "Ante la parálisis se tienen que toma medidas, ya que los ciudadanos no pueden seguir sufriendo una situación que está cada vez peor", aseguró en rueda de prensa.

Y es que para Camacho, esta lucha no sólo compete a la Generalitat y al Ayuntamiento sino también al Gobierno Central. Por ello hizo un llamamiento al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, para que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado actúen "de manera contundente" contra las mafias.

Pero la líder de los populares catalanes también consideró que, ante la prostitución callejera y frente a lo que ha asegurado estos días, el Ayuntamiento de Barcelona tiene margen de maniobra y puede tomar medidas. "Barcelona muestra cada vez más su cara más incívica. Hereu fracasa contra el civismo", finalizó criticando la actuación del alcalde de la ciudad condal.