Adiós a la venta de mascotas en tiendas: nueva era para el bienestar animal en España
La prohibición de comercializar perros, gatos y hurones en establecimientos entró en vigor este domingo, con multas de hasta 200.000 euros
España ha dado un paso significativo en la protección de los derechos y el bienestar de los animales. La venta de perros, gatos y hurones en tiendas quedó oficialmente prohibida en todo el territorio nacional el domingo 29 de septiembre, marcando el inicio de una nueva era en la relación entre los españoles y sus mascotas.
Esta medida, que forma parte de la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 29 de marzo de 2023, entra en pleno vigor tras un período de adaptación de 12 meses para los comercios afectados.
Las sanciones por incumplimiento no son menores: las multas oscilan entre los 50.001 y los 200.000 euros, reflejando la seriedad con la que las autoridades abordan esta cuestión.
Implicaciones para comercios y consumidores
La nueva normativa supone un cambio radical en el modelo de adquisición de mascotas en España. A partir de ahora, solo los criadores debidamente registrados podrán vender perros, gatos y hurones. Este proceso deberá realizarse mediante un contrato escrito de compraventa, garantizando que los animales se entreguen en "buen estado sanitario y con los tratamientos obligatorios por edad y especie".
Además, se establece un plazo de tres días hábiles para comunicar las ventas al Registro de Animales de Compañía, lo que permitirá un mejor control y seguimiento de la población de mascotas en el país. Esta medida busca no solo mejorar las condiciones de vida de los animales, sino también fomentar una tenencia responsable entre los propietarios.
Impacto en la industria y el bienestar animal
La prohibición de la venta de mascotas en tiendas tendrá un impacto significativo en la industria. Muchos establecimientos que se dedicaban a esta actividad deberán reinventarse o cerrar sus puertas. Sin embargo, los defensores de los derechos de los animales celebran esta medida como un avance crucial para el bienestar de las mascotas.
Se espera que esta ley reduzca significativamente el abandono animal, un problema persistente en España, donde según datos de la Fundación Affinity, en 2022 se abandonaron más de 285.000 perros y gatos. Al limitar la venta a criadores registrados, se busca fomentar una adopción más responsable y reducir las compras impulsivas que a menudo terminan en abandono.
Cambios en el proceso de adquisición de mascotas
Con la nueva normativa, el proceso de adquirir una mascota en España cambia sustancialmente. Los futuros propietarios deberán acudir directamente a criadores registrados o considerar la adopción en protectoras y refugios de animales. Este cambio busca promover una reflexión más profunda antes de incorporar un animal a la familia, asegurando que la decisión sea meditada y responsable.
Además, la ley establece que los perros y gatos deben tener un mínimo de dos meses en el momento de la venta si esta se realiza desde el núcleo zoológico declarado como su lugar de nacimiento. Esta medida pretende garantizar que los animales no sean separados prematuramente de sus madres, lo que es crucial para su desarrollo físico y emocional.
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