El trágico incendio de la discoteca de Murcia, donde murieron 13 personas el pasado fin de semana, trae a la memoria otro  hecho luctuoso que ocurrió en otra discoteca en Ubrique, que aún encoge el alma. Esta localidad serrana vivió en enero de 1979 un terrible suceso donde murieron seis personas, entre ellos un matrimonio con dos hijos, a consecuencia de la inhalación del humo del incendio que se desató de madrugada en la discoteca Fly, ubicada en los bajos de un bloque de piso. Los fallecidos eran vecinos que residían en los inmuebles superiores próximos a este local.

“Yo era joven, pero recuerdo que murió una familia entera de uno de los pisos que había encima de la discoteca. Creo que el matrimonio y sus hijos pequeños se refugiaron en el cuarto de baño, en la bañera, porque no podían salir de casa a causa del terrible humo. No veían nada, se había ido la luz. Hubo un cortocircuito en la zona”, cuenta un ciudadano de esta localidad, recordando aquel hecho, que dejó seis muertos y una decena de heridos y a todo un pueblo impactado por aquella tragedia.

El 20 de enero de 1979, Ubrique se vestía de fiestas para celebrar al patrón de la localidad, San Sebastián. “El patrón cayó en sábado y la discoteca (ubicada en la calle Ángeles Bohórquez) abrió como de costumbre. Pero de madrugada, ya día 21, y una vez que los clientes se habían marchado a sus casas, se desató un incendio en las instalaciones ya cerradas al público que, parece ser, fue debido a un corto circuito eléctrico. Al menos eso se decía entonces en la calle. La combustión de todo el material que había allí lo llenó todo de humo subiendo irremediablemente a los pisos superiores, donde residían los fallecidos. A los vecinos de esos pisos les cogió durmiendo”, añaden estas mismas fuentes.

En aquel momento, la discoteca Fly se convirtió en pasto de las llamas y la tragedia golpeó a todo el pueblo de Ubrique. Seis personas perdieron la vida, entre ellos, una familia entera compuesta por un matrimonio y dos niños.  “La gente salió a la calle para intentar socorrer a los afectados, cuyos pisos se convirtieron en ratoneras a causa del humo. Unos traían y llevaban cubos de agua para intentar apagar las llamas. Entonces no es como ahora, que hay un parque de bomberos. En aquellos años no había equipos de extinción. En Ubrique, como en la mayoría de pueblos, había un vehículo que hacía las veces de camión de bomberos, que estaba operado por un efectivo de la Policía Local”, rememora este vecino.

El caso es que seis personas de los pisos colindantes de la discoteca Fly perecieron en aquel ya fatídico 21 de enero de 1979, tiñendo de luto Ubrique. Un mazazo para la provincia gaditana en uno de los incendios en sala de ocio más luctuosos que se recuerdan aquí y que se sumó, al también terrible suceso en aquel momento, que acaeció en la Nacional IV, donde siete jóvenes perdieron la vida en un accidente de coche mortal, a su paso por el barrio Jarana, en Puerto Real.

“Tenía 18 años y comenzaba mis estudios universitarios y recuerdo que otra familia de aquel bloque de pisos de Ubrique, de tres plantas, se salvó de las consecuencias del incendio de la discoteca gracias a la pronta actuación del padre, que alertó al resto de los suyos”, narra otro habitante de la localidad serrana. Los testigos de aquella tragedia de la discoteca ubriqueña hablan de un acontecimiento “impactante” que dejó huella en los que son ahora mayores en el pueblo. “Hubo un antes y un después de aquella discoteca. De hecho, este tipo de salas de ocio no se han prodigado mucho a lo largo del tiempo en este pueblo”, confiesan.

En 1988, la Audiencia Provincial de Cádiz absolvió de toda culpa a los dueños de la discoteca Fly y al arrendatario del negocio por estos hechos que conmovió a la sociedad de entonces en la Sierra.