La cofradía de la Borriquita  rompió ayer una tradición de años, poner la primera cruz de guía en la calle, ya que poco más de dos horas antes lo había hecho la de Jesús Despojado. Tampoco por eso celebró la habitual ceremonia de petición de la venia, que desde 1992 venía realizando la cofradía carmelitana a las puertas del Carmen.

Sin embargo sus devotos del barrio del Mentidero y otras muchas personas, como cada Domingo de Ramos, llenaron la Alameda para presenciar la salida de Jesús de la Paz y su madre, María del Amparo, a las que se unió la alcaldesa Teófila Martínez  con concejales de su equipo de gobierno, así como Juan Carlos Jurado, vicepresidente del  Consejo de Cofradías.

Antes de la apertura de las puertas del Carmen, el hermano mayor, Manuel Rodríguez, se dirigió desde el altar mayor a los hermanos que iban a procesionar, a los que pidió disculpas por no poder acompañarlos  durante toda la estación penitencial por motivos de salud y aprovechó para solicitarles que acudieran todo el año a ver a sus titulares, no sólo el Domingo de Ramos.

Por su parte, el director espiritual de la hermandad, el carmelita Francisco Víctor Fernández, leyó el Evangelio de San Marcos correspondiente al día de ayer, destacando del mismo que Jesús no llamó la atención a los niños, pero siía los mayores que protestaban,  para luego rechazar el aborto, “porque la vida sólo pertenece a Dios”.

El mayordomo, Ignacio Ortíz, comenzó luego a organizar la salida del cortejo en el que representó al Ayuntamiento la concejala Clara Posada, que ocupó la presidencia con el carmelita Carlos Quijano, y representaciones de las hermandades del Prendimiento y el Carmen,  la asociación de vecinos del  Mentidero y del coro Porta Coeli.

La hermandad obsequió con un martillo por su 20 aniversario como capataz a  José  Julio Reyeros,  que seguidamente puso en la calle el paso de palio con la Virgen del Amparo.