La cofradía del Caído ha querido precisar que la decisión tomada el pasado Martes Santo cuando la lluvia hizo acto de presencia respondía a lo que previamente estaba establecido en un plan de lluvia que elabora cada año. 

Dicho plan de agua establece que la guía para decidir qué hacer en caso de que llueva durante la salida procesional es el paso del Señor. Según donde se encuentre dicho paso, se optará por el regreso a San Francisco, la entrada en Catedral o buscar apresuradamente la recogida.

Así, determinaba el plan que si el paso estuviera en Montañés, Palillero o Novena "cambiaremos el recorrido por las calles Valverde, Beato Diego, San Francisco, hasta llegar a su templo". Opción que fue la elegida ya que Jesús Caído marchaba en ese momento por Montañés.

Las otras que venían establecida en el plan era regresar si el paso estuviera por la calle San Francisco; apresurarse a llegar a Catedral si lo sorprendiera por Cristóbal Colón, Cobos o plaza de la Catedral; regresar al primer tiempo si el paso se encontrara en Santiago o Candelaria; y correr hacia San Francisco a partir de Ancha.

Además, indica el plan -aunque esto último no se llevó a cabo- que en todos los casos "se procedería a colocar los plásticos a nuestros titulares".

Estas explicaciones las hace la corporación del Martes Santo en relación a la ausencia de un plan de agua concreto que se hacía en las páginas de este suplemento en la edición de ayer. Un plan (el que planteaba este periódico) que incluía no solo la marcha apresurada al templo de la cofradía o a la Catedral, sino la posibilidad de refugiarse en templos cercanos o habilitar -esto sí lo tenía el Caído- itinerarios alternativos para recortar lo máximo posible el camino a casa.