Aunque no ha sido hasta hace pocas semanas cuando los hermanos de Columna han decidido incorporar la imagen de San Pedro al paso de misterio, la talla en sí está tan vinculada a la cofradía como la propia historia de ésta. De hecho, todo hace indicar que fue el mismo autor que el Señor atado a la Columna -Jacinto Pimentel- quien realizara las imágenes de San Pedro y San Juan que reciben culto en el retablo de la cofradía y que ya forman parte del título de la hermandad.

Argumentan en Columna que ya en los estatutos fundacionales de 1660 se establece que ha de realizarse "una hechura de Santo Cristo, otra de Nuestra Señora, y las demás de santos"; y al año siguiente, el fundador de la hermandad (Juan de Texada) confirma que las imágenes "han sido ya ejecutadas".

Además, constantes son lo documentos a lo largo de la historia de Columna que reflejan la existencia de San Pedro. Como en el año 1848 cuando se nombran camaristas para ambas imágenes (para el cuidado y vestimenta).

Es de suponer, por tanto, que la representación de San Pedro tuvo especial importancia a la cofradía de Columna desde su origen, aunque en las últimas décadas la imagen pasara a ocupar un papel meramente secundario en el retablo de la hermandad.

Además, la hermandad señala que es habitual "que cofradías que rinden culto al misterio de los azotes cuenten o hayan contado en algún momento de su historia con imágenes de San Pedro". Algo que ciertamente es así en el entorno más cercano, con ejemplos claros como el de la hermandad de Torrijos de Valencina de la Concepción, Las Cigarreras de Sevilla (donde existen referencias a una imagen de San Pedro en el siglo XVIII), o la hermandad de la Expiración de Écija, por citar tres ejemplos.