La solidaridad en el mundo de las cofradías alcanza a la misma salida procesional. Muchas son las iniciativas de las hermandades gaditanas para buscar fondos vinculados a las procesiones con los que seguir colaborando con proyectos e instituciones sociales. Y una de ellas es la de la cofradía del Perdón, que ha decidido otorgar una segunda vida a toda la cera utilizada en su salida de la pasada Madrugada de Viernes Santo.

Por un lado, la hermandad ha repetido la campaña ya puesta en marcha años anteriores de que los hermanos y los devotos de la Virgen del Rosario en Sus Misterios Dolorosos intercambien la cera del paso de palio por alimentos. El resultado de esta iniciativa ha sido la entrega a la fundación Virgen de Valvanuz (con la que la hermandad colabora periódicamente durante el año) de 390 kilos de alimentos, entre los que la cofradía enumera legumbres, leche entera e infantil, potitos, cereales, aceite, zumos o latas de tomate.

Por otro lado, la cofradía se ha decidido este año a dar también un uso social o colaborativo al resto de la cera que se utiliza en la procesión (cirios de los hermanos, velas de penitencia y resto de luces de los dos pasos), que ha sido donada a la familia monástica de las Hermanas de Belén implantada en la Cartuja de Jerez.

Según explican desde la corporación que preside Manuel Garrido, estas religiosas reutilizan la cera usada para confeccionar nuevas velas; un modo de conseguir ingresos con los que garantizar el mantenimiento del histórico convento de la Cartuja jerezana.