La Cuaresma va tocando a su fin. Desde hoy encara su última semana, por lo que la ciudad afronta su último domingo de esta Cuaresma, uno de los días más intensos y especiales que tiene el foco de interés durante la mañana en el Gran Teatro Falla y el de la tarde–noche repartido en el interior de varios templos donde se desarrollarán íntimas y emotivas ceremonias.

El gran acto de este Domingo de Pasión es el pregón de la Semana Santa, cuyo acto se iniciará a las 11.45 horas con las distintas intervenciones que anteceden al pregón propiamente dicho que pronunciará Toñi Martínez. Así, se rezará el Ángelus, sonarán las marchas de la Filarmónica de Conil y, por último, la hermana mayor de Las Penas, Inmaculada Ruiz Gené, dará paso a la pregonera.

Además del pregón, durante todo el día habrá públicas veneraciones a las imágenes del Cristo de la Misericordia y la Virgen de las Penas en La Palma, el Cristo de la Vera–Cruz en San Francisco, la Virgen de la Concepción en María Auxiliadora o el Señor del Mayor Dolor de Sanidad en Santa Cruz.

También por la mañana abrirá por última vez sus puertas la exposición Estrenos que se ha desarrollado en el interior de la sede de la Fundación Cajasol con algunas de las piezas que por primera vez saldrán a la calle esta Semana Santa.

Ya por la tarde–noche, las iglesias acogen tres ceremonias solemnes de subida de las imágenes a sus respectivos pasos procesionales. La primera de ellas se celebra en la Merced a las siete de la tarde y la protagoniza el Señor de la Sentencia, que será izado al paso de misterio. Una hora después iniciará su solemne traslado el Señor del Mayor Dolor en una iglesia de Santa Cruz sólo iluminada por los cirios de los hermanos de Sanidad que participan en esta espectacular ceremonia en la que interviene la capilla musical Lignum Crucis.

Y como ya se ha convertido en tradicional, este último domingo de Cuaresma culminará en la iglesia de San Francisco, donde la cofradía de Vera–Cruz llevará a cabo el traslado solemne de su Crucificado al paso procesional, en una procesión claustral en la que se rezarán las Cinco Llagas y en la que participarán tanto la capilla musical Lignum Crucis como la ensemble Stella Maris, a la que precisamente pertenece la pregonera.