Diario Cofrade

El índice de contagios hace crecer la incertidumbre de cara a la Semana Santa en Cádiz

  • Las cofradías gaditanas ven difícil el cambio de recorridos que plantea la Junta

  • Sí abogan ahora por el aforamiento de calles

  • El Consejo no cierra las puertas a modificar la carrera oficial

Ecce Homo pasa por la plaza de Mina en la Semana Santa de 2019.

Ecce Homo pasa por la plaza de Mina en la Semana Santa de 2019. / Lourdes de Vicente

El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, rebosa optimismo de cara a la Semana Santa. Pero atendiendo a la actual situación sanitaria y viendo por delante el plazo cada vez menor para esta celebración primaveral (quedan ya 87 días para el Domingo de Ramos) es el único que las tiene todas consigo respecto a la salida de las cofradías a la calle; y mucho más respecto a esa “normalidad” de la que Marín hablaba este pasado martes. Más bien al contrario, la incertidumbre que parecía despejada en los últimos meses con la salida de numerosas procesiones por todo el territorio andaluz no hace sino crecer por días entre los responsables de las cofradías y los implicados en la organización de la Semana Santa.

Varios son los factores que hacen temer que finalmente las salidas procesionales puedan verse afectadas. De un lado, la actual situación sanitaria que lejos de apaciguarse sigue sumando contagios, hospitalizaciones y que en las últimas 24 horas ha disparado las cifras de fallecidos que por ahora se mantenían inexistentes; con un panorama así, se antoja difícil pensar en las aglomeraciones que habitualmente trae consigo la Semana Santa. Por otro lado, ha acrecentado las dudas entre los cofrades las últimas noticias de la OMS valorando que el pico máximo de esta sexta ola llegará en un plazo de seis a ocho semanas; es decir, que coincidirá con el inicio de la Cuaresma, lo que hace temer que vuelvan a suspenderse o aplazarse convocatorias de actos, cultos públicos, ensayos de cuadrillas, conciertos y demás preparativos de cara a la Semana Santa, además de la posibilidad de que las autoridades sanitarias establezcan limitaciones y medidas que afecten de lleno a las salidas procesionales. A ello se une las declaraciones de Juan Marín en las que deslizó la posibilidad de que las hermandades tengan que buscar itinerarios alternativos con vías de mayor amplitud.

Ante el escenario actual de pandemia, el presidente del Consejo de Hermandades de Cádiz, Juan Carlos Jurado, no esconde la “incertidumbre” que empieza a tomar fuerza viendo el cada vez menos tiempo que resta para la Semana Santa (menos de tres meses). Para Jurado hay tres citas que considera fundamental para aclarar algo el panorama de cara al Domingo de Ramos. La primera de ellas es la que está previsto que se celebre este jueves, donde volverá a reunirse con la comisión municipal que trabaja en la organización de la Semana Santa y que está integrada, entre otros técnicos y concejales, por Policía Local y Protección Civil. “Estaremos pendiente a lo que nos puedan trasladar en esta reunión, sobre todo a raíz de lo manifestado por el vicepresidente andaluz”, traslada Jurado.

La segunda cita de interés para Jurado es el pleno de hermanos mayores que se ha convocado para el próximo día 25, y en el que el presidente pulsará el estado de ánimo y preocupación de las hermandades respecto a la Semana Santa y las posibles adaptaciones que haya que realizar. Y en tercer lugar, Juan Carlos Jurado recuerda que los presidentes de los consejos de Andalucía están a la espera de la reunión que solicitaron en diciembre al consejero de Salud y al presidente de la Junta “precisamente para ver qué escenarios nos podemos encontrar en Semana Santa y procurar un protocolo o unas medidas que sean comunes a toda Andalucía”; una reunión que, por el momento, no tiene fecha.

Otra carrera oficial o aforamientos

A la espera de que estos encuentros sirvan para despejar incógnitas, el presidente del Consejo reclama cautela y cierta tranquilidad. Aunque al mismo tiempo reconoce que en el seno de su equipo se empiezan a plantear posibles cambios en la carrera oficial para adaptarse a esa recomendación de procesionar por espacios amplios. “La única posibilidad que permite una ciudad como Cádiz pasaría por acortar la carrera oficial, que por ejemplo discurriera de Nueva a Catedral solamente, por lo que perderíamos todo ese segundo tramo de carrera oficial hasta Novena”, piensa en voz alta Jurado, que al hilo de esta cuestión señala el problema que un cambio de itinerario supondría para las sillas y palcos que gestiona el propio Consejo. De hecho, ante la situación actual el Consejo va a limitar por ahora la venta de abonos a los palcos de Palillero, Catedral y San Juan de Dios; “la venta de los abonos de las sillas, por contra, ya iremos viendo si mantenemos la fecha prevista o esperamos a que se aclare el horizonte de esta pandemia”, anuncia.

Más allá de un posible cambio de itinerario de la carrera oficial, la otra opción que ya plantean los responsables cofradieros de Cádiz es el aforamiento de calles; una posibilidad que el propio Jurado también avala. “Podría habilitarse una calle Santiago sin público, un aforo de personas en Candelaria y volver a pasar sin público por Montañés”, plantean como opción para mantener la actual carrera oficial con idéntico recorrido.

Esto que indica Juan Carlos Jurado es compartido por otros hermanos mayores consultados, que ven prácticamente imposible buscar itinerarios por vías amplias teniendo en cuenta la localización de la inmensa mayoría de templos en el casco histórico.

“En Cádiz eso no es factible, el mismo acceso a la Catedral es inevitablemente por calles estrechas: Santiago, Pelota o Cobos. Así que si la Junta habla de vías amplias pensando en avenidas, como ha ocurrido con las cabalgatas de Reyes, limita mucho todos los recorridos, porque ni siquiera la calle Ancha creo que se adapta a ese pensamiento de vías amplias”, considera el hermano mayor del Perdón, Manuel Garrido, que llega a mostrarse convencido de que si lo anunciado por Juan Marín es una recomendación “no la podremos cumplir, y si es una obligación no podremos salir porque no tendríamos sitio”. “Esto no es la cabalgata de Reyes, que la puedes hacer en la Avenida, en el Campo del Sur o en la Zona Franca. Nosotros tenemos que ir a la Catedral a hacer estación, y la Catedral está donde está y se llega por donde se llega”, concluye Garrido.

En la misma línea se pronuncia el hermano mayor de Humildad y Paciencia, David García, respecto a la posibilidad de que la Semana Santa discurra por espacios amplios. “Podrían servir espacios abiertos como Canalejas, pero nosotros tendríamos que dar un rodeo excesivo para salir de San Agustín y buscar Canalejas”, explica García, que indica que precisamente su hermandad ha establecido discurrir por la calle Ancha tras la carrera oficial “para evitar aglomeraciones”. “Pero además de eso tenemos poco margen de cambio, porque una vez terminada Ancha o vamos hacia Mina, pasando luego por la estrechez de Tinte, o cogemos por San Pedro y luego San Francisco, como optamos nosotros. Cádiz es como es, no tiene muchos cambios”, comenta.

Además de la dificultad de buscar esos espacios amplios, la ciudad encuentra un problema en esos espacios en sí. “Transitar por el Campo del Sur puede ser más seguro para el Covid, pero para la hermandad no lo es, porque te puede coger fácilmente un día que te obligue a tener una cuadrilla de mantenimiento en Catedral para arreglar todo lo que haya destrozado el viento, como ya vimos aquel año con la Virgen de la Caridad”, argumenta Ramón Velázquez, hermano mayor de Afligidos y capataz de la Virgen de las Penas y del Rosario del Perdón, convencido de que el Campo del Sur, como vía amplia, “no es solución” para la Semana Santa. Algo en lo que también coincide Garrido, que considera que este paseo junto al mar “es muy bonito, pero con malas condiciones es incluso peligroso”.

“La solución es tener calles aforadas; establecer un aforo para determinadas calles, teniendo en cuenta el metro y medio de distancia que conviene tener entre las personas, y cerrar el acceso a esa calle cuando se alcance el aforo máximo”, plantea Velázquez consciente de que esa medida “conlleva un gasto importante”. Junto al aforamiento, el máximo responsable de Afligidos plantea otra alternativa vinculada a los itinerarios: “hay que estar en la calle el menor tiempo posible”. “No se puede salir de Catedral y meternos en otra carrera oficial, todavía más estrecha que el tramo anterior. Hay que evitar las procesiones largas, los cambios de cuadrilla en la medida de lo posible… hay que ir a casa lo más directo posible”, considera.

La cuenta atrás hacia un nuevo Domingo de Ramos sigue recortando días, al mismo tiempo que la incertidumbre sigue ganando enteros respecto a unas salidas procesionales que ni mucho menos parecen aseguradas, pese a las declaraciones de Juan Marín. “No podemos pensar que va a ser una Semana Santa normal”, vaticina (o sentencia) Ramón Velázquez.

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