La cofradía de la Merced ya ha superado el segundo de los escalones que llevan al Sábado de Pasión. El pleno del Consejo de Hermandades ha aprobado por unanimidad la incorporación del Nazareno de la Obediencia a las vísperas de la Semana Santa y el objetivo de la corporación de procesionar este año en la jornada previa al Domingo de Ramos.

Los hermanos mayores aprobaron el miércoles sin obstáculos de ningún tipo la propuesta de la hermandad mercedaria; un trámite necesario para que el obispo diocesano, Rafael Zornoza, termine autorizando la incorporación de esta nueva cofradía a la Semana Santa gaditana.

Con la aprobación del Consejo, la permanente que preside Juan Carlos Jurado emitirá ahora el acta del pleno del miércoles junto al pertinente informe del organismo a la Delegación Diocesana, que ya debe tener en su poder el resultado del cabildo extraordinario de hermanos de la Merced que aprobó la salida procesional el pasado 7 de enero y el informe del director espiritual de la cofradía. Con todo ello y el informe final del propio delegado diocesano, será el obispo quien tenga la última palabra. Todo ello teniendo en cuenta que apenas quedan ya 64 días para ese Sábado de Pasión.

Por esta limitación de plazos, la hermandad ha comenzado ya a confeccionar las túnicas que vestirá ese cortejo que acompañe al Nazareno de la Obediencia si finalmente obtiene el permiso episcopal. Los hábitos, conviene recordar, serán de color hueso tanto la túnica como el escapulario y el antifaz, en cuyo pecho lucirá el escudo mercedario, completándose con la correa propia de esta orden religiosa y calzado negro.

El objetivo de la Merced es procesionar el Sábado de Pasión en 2023 y 2024, para muy posiblemente tomar una decisión definitiva respecto a su inclusión en la Semana Santa, en un día aún por determinar, para 2025. Y si finalmente el Obispado no autoriza la salida en procesión este año, el Nazareno de la Obediencia repetiría la salida en vía crucis (en parihuela y sin hábitos ni banda) que viene protagonizando años atrás.