La imagen de San Juan Evangelista de la hermandad de la Veracruz

Pudo haber sido esculpida en los primeros años del siglo XVIII

La policromía ha sido restaurada

Mano de San Juan de la Veracruz.
Mano de San Juan de la Veracruz. / F.g.l.
Francisco González Luque

28 de marzo 2018 - 01:33

Junto a Nuestra Señora del Mayor Dolor y el crucificado de la Veracruz, la otra imagen cotitular de esta hermandad, san Juan evangelista, sería trasladado desde la capilla de la Sangre a la iglesia de San Joaquín, en cuyo retablo mayor se conserva componiendo un calvario allí y en el paso de misterio cuando procesiona los viernes santos.

Iconografía, estilo y autor

San Juan fue uno de los personajes que acompañaban a Jesús en el momento de su muerte en la cruz, según cita en su propio evangelio, donde se recogen las palabras dirigidas por Éste a su Madre y a él mismo, a quien confía su custodia (Jn. 19, 26-30). En esta imagen es interpretado joven y apuesto, con rostro de bellas facciones, escasa barba y gesto apenado. Mientras la mano derecha apoya en el pecho en actitud de dolor e interiorizando la filiación espiritual del género humano respecto a María, la izquierda sostiene la palma, uno de sus atributos típicos por su condición de mártir. Viste túnica y manto tallados y policromados con los simbólicos colores verde y rojo.

En cuanto a la autoría de esta representación de san Juan, discrepamos de las atribuciones a Roldán y su hija Luisa, a quienes se venía asignando hasta fechas muy recientes. Tras un análisis de sus elementos morfológicos comprobamos que en esta imagen de tamaño natural (alargada respecto al original en una intervención desafortunada) y talla completa (con alterada policromía igualmente arbitraria y lamentable) destacan tanto la perfección anatómica de cabeza y manos como la interpretación de las telas que cubren el cuerpo. El tratamiento de la cabellera, el rostro con los típicos rasgos faciales naturalistas y humanizados y las expresivas manos son características de estilo propias de las imágenes de Ignacio López. También resultan muy barrocos tanto el realismo, el efecto emotivo y dramático, la elegancia y dignidad que emana la figura como el dinamismo conseguido mediante la disposición de la cabeza, cuello (delgado, esbelto y de resaltada musculatura) y brazos, la postura y actitud gesticulante y el vuelo de paños de la ampulosa indumentaria tallada a base de grandes planos con pliegues aristados, asimétricos y quebrados. Todas estas notas estilísticas se repiten en un grupo de imágenes que este escultor dejó en El Puerto de Santa María, Jerez, Lebrija y otras localidades andaluzas acusando la doble influencia de los imagineros Roldán y Arce. La acertada comparación que hiciera Moreno Arana con la documentada imagen tallada por López representando a Cristo triunfante en el ático del retablo de Animas de la Prioral tampoco deja lugar a dudas.

Pudo haber sido esculpida en los primeros años del siglo XVIII y, desde luego, es muy posible que este imaginero se inspirara en el san Juan también de talla completa, que componía junto con una dolorosa y un crucificado advocado de la Misericordia un calvario en el "altar del Sagrario" del hospital de San Juan de Dios de El Puerto, imágenes que hemos atribuido si no al mismo Pedro Roldán sí a un imaginero colaborador directo de él y seguidor de su estética en el último cuarto del siglo XVII. Es probable que Ignacio López incluso la hubiera contemplado cuando trabajaba para esta iglesia y servirle de inspiración para tallar la que debieron solicitarle los hermanos de la Veracruz, que claramente parece derivar de aquélla. Aun tallaría López otras interesantes imágenes de san Juan ya avanzado el siglo XVIII: los de las hermandades jerezanas del Desconsuelo (1713) y Santo Entierro (1718) y el altorrelieve del ático del retablo de la Soledad en san Pedro de Arcos, derivado del portuense, según un acertado comentario de Moreno Arana.

Respecto a la policromía del portuense, tanto la encarnadura de rostro, cuello, muñecas y manos y el estofado del ropaje, poco podemos analizar, salvo lamentar que no se conserva la original, ya que dichas labores han sido modificadas en sucesivas restauraciones (se conocen las intervenciones de 1937 a cargo de Juan José Bottaro y la última de Hernández León en 1999).

San Juan Evangelista, cotitular de la hermandad del Santísimo Cristo de la Veracruz, Nuestra Señora del Mayor Dolor, San Juan Evangelista y María Santísima de Consolación y Lágrimas.

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