El Nazareno y la Virgen del Carmen, el Regidor Perpetuo y la Alcaldesa Honoraria, las dos grandes devociones de San Fernando han vuelto a encontrarse cara a cara en uno de esos momento únicos que hace historia y con el que La Isla, además, ha puesto el punto final a la jornada del Viernes de Dolores para abrazar de la mejor manera posible el regreso de la Semana Santa tras dos años huérfana de procesiones en la calle. Ese ansiado retorno no ha podido empezar con mejor pie.
La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno ha llegado a la iglesia conventual de la Patrona siguiendo el recorrido de un vía crucis extraordinario que ha llevado a la hermandad por los lugares más señalados de La Isla y que ha dejado momentos memorables con las estaciones que se han rezado en el Teatro de Las Cortes, en el Ayuntamiento, en la parroquia castrense de San Francisco -ante el Santísimo Cristo de la Expiración, que se ha quedado en la puerta del templo al terminar su vía crucis- o en la Compañía de María, en cuya puerta se ha habilitado también un pequeño altar con una bella dolorosa.
El Nazareno, en este camino de ida hasta el Carmen, siempre ha estado además rodeado de público. Y todo envuelto en ese significado especial que tiene que esta imagen, con la que más se identifica La Isla, se echara a la calle después de tres años -porque la última vez que lo hizo fue en la madrugada del Viernes Santo de 2019- y después de una pandemia que ha dejado atrás momentos muy duros.
Y de ahí la decisión de llegar hasta al Carmen y de volver a ponerse delante de la Patrona de La Isla. No solo porque volver a reunir a las dos grandes devociones de San Fernando supone un gesto cargado de significado ahora que la pandemia parece ir quedando atrás y el culto externo y la Semana Santa recuperan su normalidad. También, porque en este largo paréntesis que ha supuesto la crisis sanitaria del Covid-19 se había quedado un tema pendiente que había que resolver debidamente: la conmemoración del centenario del patronazgo de la Virgen del Carmen sobre La Isla que se cumplió en 2021, que la hermandad del Nazareno no quería que quedara atrás sin corresponder debidamente y con todos los honores.
El cetro depositado a los pies de la Patrona por parte de la hermandad del Nazareno.
Por eso, tras el rezo de la sexta estación del vía crucis, que ha estado a cargo del prior del convento, Serafín Galindo y del hermano mayor del Carmen, Salvador Fornell, la cofradía de la Madrugá ha hecho entrega a la hermandad del Carmen de un presente único para conmemorar esta señalada fecha: un cetro de orfebrería especialmente diseñado para recordar esta ocasión.
El presente se ha entregado en el altar de la Virgen del Carmen, hasta donde se ha llevado la parihuela con la imagen del Nazareno en uno de los momentos más emotivos de esta tarde-noche extraordinaria de un Viernes de Dolores irrepetible. Al filo de la medianoche, la hermandad de penitencia ha abandonado el templo para seguir con su camino.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios