Si algo están demostrando las hermandades en este año largo de pandemia es su capacidad para adaptarse a las difíciles circunstancias actuales. No pocos cofrades se han visto afectados por la crisis, pese a lo cual se han amoldado a los nuevos tiempos y no han dejado de organizar actividades religiosas y solidarias. 

Llegado el Domingo de Ramos, vuelven a interiorizar que no saldrán procesiones tampoco este año, pero que habrá Semana Santa, aunque se viva de otra forma, de manera más espiritual y recogida, en el interior de los templos. Así lo confirma Joaquín Gómez, el hermano mayor de La Borriquita, la cofradía que abre los cortejos procesionales en la ciudad de El Puerto de Santa María, pero que este año ha organizado de manera distinta el día grande de la hermandad.

Esta hermandad, junto a La Flagelación, son pioneras en los nuevos usos que la pandemia impone en la celebración de esta festividad religiosa. La Borriquita abrió sus puertas para la adoración a sus imágenes devocionales a las 16:00 horas, pero en esta ocasión los titulares y la propia hermandad no salieron a la calle para encontrarse con los portuenses, sino que la cofradía, una de las más populares de la ciudad y que se caracteriza por sus ramos y palmas, organizó la visita en la propia iglesia del Carmen y San Marcos, su sede canónica.

La ofrenda de alimentos sustituyó en esta ocasión a la ofrenda floral.

Hacia las 17:00 horas concluyó la oración de su junta de gobierno a los titulares y las personas que habían aguardado en el exterior de la iglesia para entrar pudieron ir accediendo al templo. Con un aforo limitado a 130 personas, que se completó, los miembros de la directiva se fueron turnando con la finalidad de que no se rebasara ese número. La hermandad elaboró un circuito con entrada por la puerta principal del templo, situada a los pies de la iglesia en la calle Aurora, que conducía hacia la zona del altar, donde los fieles pudieron venerar a Nuestro Señor Jesucristo en su Entrada en Jerusalén, y a Nuestra Señora de la Entrega, vestidos con sus mejores galas.

Durante la tarde muchos fieles accedieron al templo, realizando la adoración y la ofrenda de alimentos y saliendo por una de las puertas laterales, mientras numerosos cofrades optaban por permanecer más tiempo en el interior, para elevar sus oraciones y contemplar a los titulares, con el acompañamiento de una capilla musical. El Cristo estrenó el nuevo canasto del paso de Misterio, sobre el que se ha instalado la imagen, mientras la Virgen cuenta entre sus estrenos con una saya nueva. 

A lo largo de la tarde y también en las Misas de Palmas de la mañana, fueron pasando por la sede canónica de La Borriquita representantes de numerosas hermandades de El Puerto, entre otras la Oración en el Huerto, La Misericordia, La Soledad, Dolor y Sacrificio o el Apostolado de la Oración. Representantes políticos como el alcalde Germán Beardo, o el concejal de Fiestas, David Calleja, además de Javier Botella ya habían visitado a la hermandad en las primeras horas de la tarde. Por la mañana, la junta directiva de la cofradía hacía lo propio y se presentaba ante La Flagelación en la iglesia de San Joaquín.

Numerosos fieles asistieron a los actos religiosos de La Borriquita.

El hermano mayor reconocía que a pesar de no haber salido a la calle se estaban viviendo "momentos emotivos y de oración y convivencia. Es otra forma diferente de vivir la devoción". Destacaba igualmente que la respuesta del público "está siendo buena", y que los actos religiosos se han desarrollado con normalidad. A las 19:00 horas se celebró la misa de hermandad, oficiada por el párroco Antonio Durán, tras la cual estaba previsto un rezo, para cerrar las puertas del templo a las 21:00 horas.

En cuanto a la hermandad de La Flagelación, por la mañana se celebró en la parroquia de San Joaquín la Misa de Palmas, a las 10:00 y a las 12:00 horas, con buena asistencia de público pero con el cumplimiento de las restricciones de aforo debido a las recomendaciones sanitarias.

Las imágenes de las dos hermandades que alberga la parroquia de la calle Cielos, La Flagelación y La Veracruz, se encontraban presentes, ataviadas con sus mejores galas en la cabecera y en un lateral del templo, que estaba exornado de manera extraordinaria para la ocasión. La hermandad de La Flagelación tuvo un recuerdo especial en esta recién estrenada Semana Santa hacia su antiguo párroco, Guillermo Camacho, fallecido por Covid en 2020.