Semana Santa de Cádiz 2022

Dolores bendice el estreno

  • La Orden de Servitas estrena la Semana Santa de las emociones acompañada en las calles del casco histórico por un gentío ávido de emociones cofradieras

El paso de palio de la Virgen de los Dolores por el exterior del Mercado Central.

El paso de palio de la Virgen de los Dolores por el exterior del Mercado Central. / Jesús Marín

Si suena 'Ecce-Homo' a las puertas de una iglesia es que Cádiz está de Semana Santa. De Viernes de Dolores, popularmente llamado, para ser más exactos. Y si esas puertas que se abren son las de San Lorenzo Mártir, es que se ha producido el esperado regreso tres años después de que Jesús Resucitado cerrara los desfiles de 2019 en la tarde del 21 de abril. Dos semanas santas en medio, vacías de cortejos, llenas de sinsabores, de larga espera... hasta que la Virgen de los Dolores mitigara el miedo y ofreciera una esperanza desde su imponente paso de palio. La Orden de Servitas inauguraba así los cortejos procesionales de 2022 en mitad de un fervor reforzado por las ganas de volver a emocionarse, por el ansia de ver de nuevo las calles llenas de vida. Un gentío esperaba en el exterior del templo y otro gentío acompañó a la procesión por todo el centro, dejando espléndidas estampas en numerosos rincones.

En los preparativos, el párroco de San Lorenzo y director espiritual de Servitas, Iván Llovet, celebraba, junto al vicario parroquial Juan Pablo Martínez, la eucaristía previa a la salida procesional. “No la acompañamos por acompañarla. Confrontad vuestras vidas con la de María, pensad en qué cosas tenemos que eliminar y cuáles añadir para ser un reflejo de Ella”, proclamaba el padre Llovet antes de desear a los hermanos una buena estación penitencial.

La primera cruz de guía de la ansiada Semana Santa de Cádiz 2022. La primera cruz de guía de la ansiada Semana Santa de Cádiz 2022.

La primera cruz de guía de la ansiada Semana Santa de Cádiz 2022. / Jesús Marín

El prior de la Orden, Rafael Guerrero, usaba la palabra “emoción” para definir el momento de poner en la calle el cortejo, agradeciendo la respuesta de los hermanos por su entrega y predisposición a acompañar a la Virgen “con muchas ganas de dar testimonio de siervos de María”. Servitas iba a poner en la calle 120 petinentes repartidos en cinco secciones.

El espléndido palio lució a los sones de la banda del Maestro Tejera, todo un lujo para Cádiz

Servitas es una Orden de generaciones, de familias que han sido claves para llevar adelante esta corporación. Así lo corroboraba Elena Grosso. “Salimos mi tía Patro, yo, mi hija y mi nieto. Este año no ha podido salir mi madre”, decía sin olvidarse de su sobrina nieta, Manuela Santander, nieta de Manolo Santander e hija de Manolín y Margui, luciendo ya a sus pocos meses el hábito de acólita y con los ojos tremendamente despiertos.

Ante el paso rezaba su capataz, José Julio Reyero, toda una institución en el mundo del martillo. “Ha sido duro, pero nos puede la alegría de volver”, destacaba quien cargó por primera vez a la Virgen de los Dolores en 1968 y que cumple 53 años en la carga y 32 como capataz. A sus órdenes portaban el palio 115 cargadores, con dos cuadrillas. “Todos se han hecho el test de antígenos y todos han dado negativo”, confirmaba. Para Reyero la salida procesional de ayer suponía “el reencuentro de la Virgen de los Dolores con el pueblo de Cádiz”. A su alrededor andaban sus ayudantes: Luis Rivas, Jesús Plaza y José Benítez. Y templaban nervios cargadores como Félix del Río, Manuel Pérez Sotelo, Manuel Ruiz Gené o Agustín Manzano.

“Ha sido duro, pero nos puede la alegría de volver”, decía el capataz José Julio Reyero

El hermoso palio bordado en los talleres de Esperanza Elena Caro, con orfebrería de Seco Velasco, asomó a la calle Sagasta y sus primeros andares estuvieron mecidos por la marcha 'Ecce-Homo', interpretada por la banda del Maestro Tejera, todo un lujo para la Semana Santa gaditana, pues la formación sevillana está considerada como una de las mejores de las que procesionan tras los palios en toda Andalucía. Luego, en el giro del paso hacia Hospital de Mujeres sonaba la marcha Nuestro Padre Jesús, de Emilio Cebrián. La Orden de Servitas estrenaría más tarde al paso del cortejo por la plaza de El Palillero la marcha 'Mater Servorum', obra de Jorge Marcial.

En su estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral, Servitas celebró la festividad de Santa María al pie de la cruz y en Montañés, compartía oración con las Concepcionistas Descalzas.

La Semana Santa de Cádiz 2022 se estrenaba a lo grande con las miras puestas en el Domingo de Ramos... y en cielo. Que el tiempo no agüe tantas esperanzas puestas en el retorno de la devoción a las calles.

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