Semana Santa Cádiz 2019 | El Amor

Amor franciscano, corazón verde

  • La hermandad del Nazareno del Amor abre la jornada desde San Francisco con un nutrido cortejo

  • Los hermanos rezaron por la salud de Leonardo Andamoyo, uno de sus fundadores

Salida del Nazareno del Amor. / MARCOS PIÑERO

La plaza de San Francisco era un hervidero a las cuatro de la tarde. Con un sol imponente y una temperatura más que primaveral, este lugar era uno de los puntos marcados en el callejero para contemplar el Lunes Santo al formarse desde aquí una minicarrera oficial que desemboca en el inicio de la verdadera en la calle Nueva.

Si los barrios se llevan el protagonismo en el Lunes Santo, el convento franciscano es el lugar en donde se notan los contrastes. En él, además del negro de la penitencia, brilla el verde de la Esperanza del Nazareno del Amor.

En el patio de la iglesia conventual de San Francisco la actividad era frenética en los minutos previos a la salida procesional tanto por la gran nómina de hermanos que iban a participar en el cortejo como por el hecho de compartir jornada con Vera-Cruz.

El paso del Nazareno del Amor desfila por la calle Pelota camino de la Santa Iglesia Catedral. El paso del Nazareno del Amor desfila por la calle Pelota camino de la Santa Iglesia Catedral.

El paso del Nazareno del Amor desfila por la calle Pelota camino de la Santa Iglesia Catedral. / Marcos Piñero

En un día de alegría, en la mente de los hermanos de la corporación franciscana estaba el estado de salud de Leonardo Andamoyo Caballero, uno de los fundadores de la cofradía que se encuentra hospitalizado. El hermano mayor del Nazareno del Amor, Manuel Mota, se dirigió al cortejo para pedir que rezaran por su pronta mejoría y por la de todas las personas que por motivos de salud no han podido acompañar a los titulares en su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. A pesar de los percances, el responsable de la hermandad se mostraba “con ganas de repartir Amor y Esperanza” por las calles de Cádiz.

Este Lunes Santo también era un día de estreno para la Banda de Cornetas y Tambores El Amarrado, de Ávila, que llegaba a Cádiz por primera vez para aportar un estilo muy diferente al habitual que ha acompañado al Nazareno Blanco. Como muestra de gratitud, esta formación entregó a la hermandad antes de la salida la partitura de la marcha ‘Nazareno Blanco, Amor en San Francisco’, José M. Lechuga.

El palio de Nuestra Señora de la Esperanza avanza por la plaza de San Francisco. El palio de Nuestra Señora de la Esperanza avanza por la plaza de San Francisco.

El palio de Nuestra Señora de la Esperanza avanza por la plaza de San Francisco. / Marcos Piñero

A las cuatro y media de la tarde, el paso del Nazareno del Amor, acompañado por Simón de Cirene para ayudarle a soportar el peso de la cruz, enfilaba la puerta de San Francisco siguiendo las órdenes José Ramón Alba. De fondo, la Asociación Filarmónica Ciudad de Conil interpretaba la marcha que Salvador Guerrero le compuso al titular de la hermandad franciscana, una de las clásicas de la Semana Santa gaditana. El contraste llegaba con la Banda de Cornetas y Tambores El Amarrado, de Ávila, que se estrenó en Cádiz con ‘Con púrpura de rey’ y ‘Madre’.

Una de las señas de identidad de esta hermandad es la juventud que la acompaña. Esto se vio con la gran cantidad de monaguillos que abrían las secciones de penitentes del palio.

La luz que brindaba un cielo limpio relució más con el palio verde de la Esperanza franciscana. Tras las fotos de rigor antes de meterse en faena, los cargadores supieron salvar la maniobra de salida a ruedas para dejarlo encarado hacia la calle San Francisco. Con un andar suave y guiado por Juan José Muñoz, el paso comenzaba a avanzar con ‘Mi Amor y Esperanza’. “¡Los niños del corazón verde!”, exclamaba uno de los capataces para insuflar los primeros ánimos a una cuadrilla a la que aún le quedaba un largo recorrido.

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