Enarbolando el lema de 'La Casería no se toca' como bandera, afectados por los expedientes de las casetas de la playa y vecinos de La Casería se echaron a la calle para protestar contra la sentencia de derribo anunciada por la Demarcación de Costas en Andalucía Atlántico. Ocurrió hace hoy justo un año, el momento más crítico de las movilizaciones emprendidas desde la plataforma que se constituyó para intentar frenar las demoliciones.

Algo que, en aquellos momentos, se creía que todavía era posible con la presión de las reivindicaciones ciudadanas y el apoyo de Ayuntamiento isleño y de diferentes partidos políticos, que habían dado un apoyo unánime animando estas protestas a pesar de que la postura de Costas -tanto de la Demarcación en Andalucía Atlántico como de la propia Dirección General- había sido tajante desde que se empezaran a tramitar los expedientes en otoño de 2020.---  

Amparados en la propuesta del Pleno para intentar declarar la zona de interés general y salvar las casetas, la manifestación salió desde el barrio de La Casería para recorrer toda La Isla hasta llegar al Ayuntamiento isleño, donde dieron lectura a un manifiesto. 

No fue la única protesta de los afectados, que llegaron a concentrarse cada semana ante el Ayuntamiento e incluso llevaron sus reivindicaciones a las mismas puertas de las oficinas de Costas. Pero la manifestación de aquel 17 de marzo fue desde luego una de las convocatorias más sonadas de todas dado que tenía también por objeto airear su rechazo por toda La Isla. 

Un año después, de las casetas cuya permanencia defendían no queda ni rastro, como es bien sabido. Tal y como estaba previsto, las demoliciones se consumaron hace poco más de un mes una vez completado todo el proceso administrativo de recuperación posesoria de la zona de dominio público marítimo terrestre. De las derribos, eso sí, se han salvado por el momento los dos negocios de hostelería que radican en la playa, uno por tener una concesión de la Junta (que también ha sido recurrida) y otro por haber conseguido frenar los planes de Costas con unas medidas cautelares aprobadas en los juzgados. 

Los derribos, además, llegaron después de que la plataforma SOS Casería tirara la toalla y cesara en sus movilizaciones una vez que constató que no podía hacer nada por salvar las casetas.  

Su último pronunciamiento ha llegado tras las demoliciones para lamentar la imagen de "desolación y destrucción" en la que ha quedado la zona de la playa una vez que se han terminado los trabajos: "Han convertido la zona en un lugar carente de atractivo", han lamentado.