Y ya van dos años. Dos años desde que el día a día en San Fernando se transformara de una vez para siempre. Y no, no es una exageración. Muchas cosas han pasado en este tiempo, como la conmemoración de un Bicentenario nada menos, pero siempre, siempre, en primera línea de actualidad ha estado la desaparición -robo, desfalco o las decenas de sinónimos que se puedan emplear- de 7,8 millones de euros de la caja municipal de la Delegación de Hacienda del Ayuntamiento isleño. Escandaloso en tanto que se trata de una cantidad procedente directamente de las manos del contribuyente. Dinero público en mayúsculas del cual, a día de hoy, no se tiene noticia.

¿Y qué analizar en este punto? ¿La situación actual? ¿Las consecuencias? ¿La repercusión? La cosa está así, de momento: un detenido, el cajero municipal, Clemente Ruiz García, ingresado en Puerto II desde hace casi un año y medio. Y una imputada, María José Lebrero de Celis, en libertad con cargos. A nivel político, la delegada de Hacienda, Mercedes Espejo, anunció su retirada de la política local, o lo que es lo mismo, que no va en las listas andalucistas de los próximos comicios. En cuanto al alcalde, Manuel de Bernardo, sigue al frente del Ayuntamiento y de su formación, y las consecuencias de este desfalco quizá se reflejen en los resultados de las elecciones.

Su dimisión, harto pedida por diferentes colectivos ciudadanos, entidades y formaciones políticas, era ayer recordada por el candidato popular a la Alcaldía, José Loaiza, el cual insistió ayer que su agrupación mantenía la misma postura que les hizo romper el pacto antes del verano pasado. "Fuimos expulsados del gobierno por exigir a De Bernardo que se fuera, y lo seguimos haciendo a día de hoy", apuntaba. El alcaldable popular aprovechaba ayer la ocasión para sacar a relucir su compromiso con la resolución del asunto. "Nosotros no vamos a hacer demagogia barata como otros, simplemente vamos a pedir que la comisión informativa creada al respecto se reúna inmediatamente", afirmaba respondiendo así a los socialistas que acusaron a éstos de desinterés en el esclarecimiento de los hechos.

Por su parte, los socialistas, a través de su secretario local, Jaime Armario, valoraban también este triste segundo aniversario. "Poco sabemos de lo ocurrido y cada día aumentan las dudas", apuntaba. Y también se refería a las responsabilidades políticas las cuales, coincidiendo así con el PP, siguen sin ser asumidas por sus responsables. "Nada ha cambiado ni nadie ha asumido nada", incidía Armario. En cuanto a los andalucistas, al frente del gobierno, poca respuesta se obtuvo el día de ayer, refiriéndose únicamente a las responsabilidades penales. El alcalde solo pronunciaba una frase por la que curiosamente coincidía con las otras dos formaciones: "Esperamos que la justicia avance lo más rápido posible". Escueto mensaje que, con otras palabras, expresaban también Loaiza y Armario.

Porque dos años después, el proceso judicial, es cierto, parece haberse estancado, a juicio del actual abogado de Clemente Ruiz, José Luis Tellado, quien también realizaba una somera valoración de la actual situación, incidiendo en el mismo mensaje de siempre. "Dos años después hay una persona inocente en prisión como consecuencia de una línea de investigación que se ha limitado a mi defendido y sus allegados. Incomprensiblemente no se han abierto otras posibilidades", incidía. Sobre el proceso judicial en sí, pocas novedades han trascendido, aunque se sabe que en la actualidad se sigue profundizando en la investigación y se está a la espera de novedades al respecto.

No hace demasiado también fue rechazado por enésima ocasión la petición de libertad del cajero, y desde la propia familia no son optimistas sobre que ésta se pueda conseguir, siquiera con que el juicio salga adelante antes de las elecciones. Su esposa, Manuela Oneto, explicaba a este periódico que se han cumplido 17 meses desde que entrara en prisión, que están mal, siguen mal, pero que tienen esperanza. "La verdad solo tiene un camino, porque mi marido saldrá de esta situación con la cabeza muy alta", afirmaba. Daba también detalles sobre el estado anímico de su marido. "Él tiene paciencia, sabe que va a salir". Lo que no sabe es cuándo, como no se saben tantas otras cosas, dos años después.

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