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muestra conmemorativa

Tres siglos de historia compartida entre España y Guinea

  • La primera exposición temporal del Museo Naval de San Fernando recuerda la presencia de la Armada en las islas de Fernando Poo durante tres siglos

El rey Moka, así le llaman los españoles, posa quieto -todo lo que puede- para la cámara. No sabe que la fotografía que le están haciendo quedará para el recuerdo, será un documento valioso para el estudio de la Historia y se expondrá para que en un rincón del sur de España conozcan muchos años después algunos detalles de cómo vivía su gente en esas tierras, las de las islas de Fernando Poo, de Guinea Ecuatorial. La imagen forma parte de la muestra En la perla de África, que el jueves abrió en el Museo Naval para conmemorar el cincuentenario de la independencias de este país africano, con piezas vinculadas a la presencia española, y especialmente de La Armada.

"Detentó el poder entre 1875 y 1899, fue un rey muy longevo", cuenta Alicia Vallina, directora técnica del Museo Naval de San Fernando y comisaria de esta exposición mientras mira la gran lona con la que se ha forrado una parte del panel central de la sala donde se han montado las piezas, hasta 53 procedentes de estas dependencias museísticas pero también de otros museos -Museo Naval de Madrid, Museo Nacional de Antropología, Museo de América y Museo de Pontevedra-. La intención es que los visitantes puedan observar detalladamente los objetos personales y adornos que porta. "Son únicos porque son propios de la jerarquía social que tenía el rey: las tobilleras, las perneras, los colgantes... incluso los tatuajes y marcas de su cuerpo", indica. Ante el rey Moka, que mira imponente a la cámara, se exponen en unas vitrinas algunos objetos similares: gorros, cinturones, perneras o tobilleras hechas de conchas de caracol muy frágiles; también cestos, cuencos, cucharones o cazos hechos con calabaza. "Les gustaba mucho la música", sostiene la directora técnica, mientras el nuevo conservador del Museo Naval, Fernando Belizón, apunta hacia otro de los expositores con instrumentos musicales. "Esta campana es especialmente importante porque fue donada al Museo Naval de Madrid por Adolfo Guillemard de Aragón, cónsul español en Sierra Leona, que fue a Guinea en la expedición que hizo Nicolás de Manterola en 1845", desvela Vallina sobre uno de ellos.

La muestra rinde homenaje a los marinos que estuvieron en Guinea y sus gentes

Manterola es otro de los militares españoles que encabezaron campañas a estas tierras africanas, que normalmente duraban dos años. En La Perla de África se rinde homenaje también a estos "marinos valientes". "La Armada estuvo muchos años en Guinea. Por allí pasaron militares de todo tipo, desde marinos de alta graduación hasta personal de maestranza, que estaban tiempo sin poder volver a casa y que mantenían el contacto con sus familias a través de cartas y fotografías. Era un sacrificio enorme, muchos se dejaron la vida y merecían este pequeño homenaje", abunda Belizón. El conde de Argelejos, que dirigió la primera expedición en 1778 -el punto de partida cronológico de la muestra- falleció antes del regreso a la península. "Las condiciones de viaje eran realmente difíciles", reconoce la responsable de la muestra, que cuenta entre los bienes culturales con la maqueta de un barco de vapor de ruedas (de los fondos del Museo Naval de Madrid) que se construyó precisamente en el Arsenal de la Carraca en 1854, y que era el modelo de barco que se utilizaba para ir a Guinea Ecuatorial.

El gaditano Juan José Lerena y Barry que comandó la expedición que marchó a las islas del Golfo de Guinea entre 1842 y 1843; Casto Méndez Núñez que lo acompañó en ese viaje y que por su desempeño fue premiado con un año menos de formación de oficial o Carlos Chacón Michelena, primer gobernador militar residente de Fernando Poo son algunos nombres propios de la exposición. "A Lerena y Barry le encargaron viajar y organizar administrativamente los territorios. Se fue con jesuitas porque en esa época, mediados del siglo XIX, también se procuraba cristianizar. Y se trajo a dos crumanes, una etnia menor, que fueron bautizados en la capilla del Palacio Real de Madrid siendo sus madrinas la Reina Isabel II y la Reina María Cristina", narra Vallina sobre su historia. El gallego Méndez Núñez fue un admirado marino responsable de la fragata Numancia, la primera embarcación blindada de la historia de la Armada que dio la vuelta al mundo. Suyo es el bastón de mando que se expone y un óleo sobre lienzo y una litografía del Museo Naval de Madrid. Del capitán de navío Chacón Michelena se pude disfrutar de un retrato en Fernando Poo (como da cuenta el paisaje de fondo) y de algunas de sus hojas de servicio. "Vivió allí seis años", puntualiza la directora técnica.

Estos marinos tienen peso en la primera parte de la muestra, acomodada en la parte derecha de la sala, el salón de actos del Museo Naval que se ha acondicionado con las luces y la temperatura adecuadas y una distribución espaciosa. La segunda se centra en los elementos que pueden contar cómo era la tribu bubi, la que primordialmente habitaba las islas. "Había que contar con ellos, explicar cómo eran", y para ello se aprovecha el material de la campaña encabezada en 1883 por el teniente de navío Francisco Romera y Barreda (de Huelva). "Es el español rodeado de nativos que sale en la foto emblemática de la entrada de la muestra", incida la comisaria sobre este marino que marchó a Guinea con órdenes para conocer el interior de Fernando Poo. Volvió a ir y allí se quedó 12 años. "Era una autoridad, se dedicó a la plantación de café, tabaco o cacao", añade para mostrar esa implicación. De su viaje, al adentrarse con el fotógrafo -negro- W.J. Sawyer, quedan imágenes, que pertenecen al Museo de América. "Son originales. Se emplearon para la Exposición de Amsterdam", y ahora están en esta exposición temporal del Museo Naval de San Fernando. En ellas puede verse a la población botando embarcaciones para pescar, trabajando en plantaciones de ñames; se puede descubrir cómo era Musola o la finca de Botoco; o decubrir al rey Moka con su harén. "Son fotografías desde mi punto de vista absolutamente increíbles, hablamos de 1883", expresa emocionada sobre estos documentos que han sido sometidos a un proceso de restauración en el Museo de América. Esta zona se completa con los objetos ya mencionados de indumentarias, adornos o ajuar doméstico.

Los visitantes pueden conocer un poco del contexto histórico gracias a hoja de sala, el mapa colocado en la entrada para situar geográficamente Guinea y sus islas, una texto introductorio al principio y un vídeo de casi tres minutos que resume la muestra.

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