San Fernando echa el resto para su Viernes Santo
Tras la Madrugá del Nazareno, Desamparados, Santo Entierro, Soledad y Rosario firman un espectacular Viernes Santo en las calles de La Isla
Imágenes de la salida de Desamparados en la Semana Santa de San Fernando 2025
Imágenes de la salida de la Soledad en la Semana Santa de San Fernando 2025
Imágenes de la salida de Santo Entierro en la Semana Santa de San Fernando 2025

San Fernando/Y tras una Madrugá modélica, y sin apenas unas horas para tomar aliento, La Isla hacía gala de su buen hacer cofrade con un Viernes Santo en el que volvía a sacar a cuatro hermandades a la calle en esta jornada de luto, pues el Señor ha dado su vida en la cruz para salvarnos. Afortunadamente, el tiempo volvió a acompañar y facilitó seguir a estas cofradías.
La jornada empezaba con la hermandad de Desamparados, que salía de su capilla cuando el reloj marcaba las seis y media de la tarde. Como siempre, el Cristo de la Sangre y María Santísima de los Desamparados, ambos tallados por Alfonso Berraquero, volvieron a protagonizar los momentos más bellos de su recorrido en el entorno de la capilla a la que da nombre su titular mariana, en lugares como la plaza de San José o la propia calle San José.
Por primera vez el paso de misterio fue acompañado por una banda de cornetas y tambores, la de Jesús Despojado de San Fernando. Por su parte, el palio estrenó cordonería para sus bambalinas.
La tarde continuó en El Carmen, donde a las siete menos cuarto de la tarde iniciaba su recorrido el Santo Entierro. Y no era un Viernes Santo más para la hermandad, ya que María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad sigue conmemorando este 2025 su 50 aniversario en el seno de esta hermandad. Se trata de una talla anónima del Siglo XVII que lleva medio siglo con la cofradía y que fue restaurada por Alfonso Berraquero.
El mejor sitio para ver al Santo Entierro volvió a ser la calle Real, donde se estira a la vista el larguísimo cortejo de representaciones y autoridades civiles y militares que acompaña al paso de la urna del Santísimo Cristo Yacente que tallase José Tomás Cirartegui .
Este año también se incorporaban a la salida monaguillos ataviados con hábitos de inspiración carmelita. Una novedad con la que se da sitio en el cortejo a los hermanos más jóvenes, aquellos que son el mañana del Santo Entierro.
A las siete y media de la tarde el Viernes Santo seguía adelante de la mano de la hermandad de la Soledad, cuya cruz de guía cruzaba la puerta de la Iglesia Mayor.
Como ya es habitual, el cortejo procesional de la decana de esta jornada lució espectacular en las calles del barrio de la iglesia, de regreso a su templo.
Sobre el paso de misterio el Cristo de la Redención, obra de Castillo Lastrucci y restaurado por Miñarro. A él le acompaña un conjunto que cuenta con imágenes de Alfonso Berraquero, aunque la de Santa Marta es de Juan Carlos García Díaz.
Por su parte, la imagen de la Soledad es una dolorosa anónima cuyo origen se remonta al Siglo XVII.
Ayer Soledad puso muchos estrenos sobre la calle. De un mantolín para San Juan a un juego de cuatro hurricanes ; pasando por la restauración de la la diadema de la Virgen, del asta del Senatus, del nimbo de San Juan y del dorado de la pértiga del hermano mayor.
A las once de la noche, y también de la Iglesia Mayor, llegaba el turno del Rosario. Una hermandad definida por la austeridad y el rezo que porta sobre parihuela a Nuestra Señora del Rosario, obra de Alfonso Berraquero. Durante su itinerario, de algo más de cuatro horas, los hermanos van rezando el Rosario de forma ininterrumpida y sin acompañamiento musical. Ante la previsión de lluvia, el Rosario tuvo que emprender el camino de regreso a su templo cuando llegó al cementerio.
Salida de la Resurrección
Una vez concluido el Viernes Santo ya sólo le queda por delante a la Semana Santa de San Fernando la salida procesional de la hermandad de la Resurrección, que saldrá hoy a las diez de la mañana de la parroquia de San José Artesano para regresar a su templo en torno a las dos y cuarto de la tarde.
Los cofrades isleños viven las últimas de esta Semana Santa y lo hacen ya con la vista puesta en el calendario, contando los días que restan para un nuevo Domingo de Ramos. Cada año con la misma pena de que esto se acabe pero con la misma ilusión de preparar una nueva Semana Santa.
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