La romería de los copatronos ha vuelto a latir en el Cerro tras el forzado paréntesis de la pandemia en una jornada que ha estado bendecida por el buen tiempo, lo que no suele ser nada habitual en este domingo en el que La Isla recuerda a los mártires San Servando y San Germán.

Quizás haya sido esa soleada mañana, que empujaba a la gente a echarse a la calle; o quizás, simplemente, las ganas que los isleños tienen de disfrutar de un domingo por derecho después de los meses de forzada contención que parece que han quedado atrás. El caso es que, vencido ya el mediodía, el parque del Cerro ofrecía un ambiente que ojalá se hubiese visto en otros años: las familias disfrutando con los talleres, hinchables y actividades organizadas para los más pequeños de la casa, las barras del grupo pro-restauración de la ermita y de la asociación del Cristo de La Almadraba a tope, los concursos de equitación de Hípica La Isla, que hoy disfruta también de uno de sus días grandes.... Y muchos vecinos con sus neveras repletas y con sus sillas de playa echando el día a la sombra de los árboles, como manda la tradición isleña del Dia del Cerro. 

Que sí, que el Cerro de hoy nada tiene que ver con los años de esplendor de la romería, aquellos en los que la fiesta conseguía mover a todo San Fernando, y ni siquiera con lo que era allá por la década de los 90. Pero tampoco se puede negar que hoy disfruta de un ambiente prometedor y de lo más animado gracias, en buena medida, a la implicación de las asociaciones de vecinos de la zona (Casas Blancas, Huerta El Lolo y La Almadraba) y de otros colectivos como los scouts de Eryteeia o los ya mencionados como el grupo pro-restauración de la ermita, la asociación del Cristo de La Almadraba o Hípica La Isla en las actividades programadas desde la Concejalia de Fiestas. 

Lo cierto es que el regreso de la romería tras el parón de la pandemia no ha estado nada mal y ha servido para despejar esas dudas que acompañan a una tradición en horas bajas desde hace un par de décadas, más o menos desde cuando dejó de ser un día festivo para trasladar su celebracion al domingo más cercano, aunque hay quien diría que incluso antes. 

Las imágenes de los copatronos -los santitos como se les suele llamar cariñosamente- han dejado la parroquia del Buen Pastor a las once de la mañana para recorrer el barrio en parihuelas portadas por los vecinos y acompañadas por los alegres sones de un coro que ha ido animando el camino y la empinada cuesta que conduce hasta la ermita. 

Además de las asociaciones de vecinos de la zona, en ese recorrido de la romería han estado también las salineras de la Feria del Carmen y de la Sal y algunos concejales del Ayuntamiento isleño, como Mar Suárez -que es la responsable de Fiestas- Regla Moreno, Javier Navarro o Ignacio Bermejo. Claro que no han sido los únicos que han pasado por la romería. Arropando a la fiesta de los copatronos se han podido ver también más tarde a la alcaldesa, Patricia Cavada, Antonio Rojas, Claudia Márquez, María José de Alba, Carlos Zambrano junto a su mujer, la diputada autonómica Ángela Mulas, Fran Romero o Maite Lebrero, entre otros.

A la una de la tarde, con las imágenes de los copatronos en el altar que se instaló en uno de los laterales de la ermita, se ha celebrado la eucaristía en honor a los mártires San Servando y San Germán, que ha contado con el acompañamiento del coro Virgen del Carmen (Los Catavinos) y con la tradicional ofrenda de castañas y productos típicos de la fecha por parte de las salineras. Silvio Bueno, párroco del Buen Pastor, ha sido el encargado de oficiar la ceremonia acompañado del sacerdote Adolfo Sastre. En su homilía, en la que ha hablado de lo que simboliza toda romería como camino y en la que ha relacionado la reconstrucción de la ermita con la de la sociedad -y la de las personas- tras la pandemia, ha dejado la impronta particular de la congregación de los Sagrados Corazones. 

Otra faceta que ha mostrado el Día del Cerro que hoy celebra San Fernando -y que ya pudo verse en anteriores romerías- ha venido de la mano del Laboratorio de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Cádiz y de las actividades y talleres que han llevado a cabo aprovechando la fiesta isleña. La primera de ellas, que ha dado comienzo a las diez de la mañana, ha sido una visita guiada por los restos arqueológicos del Cerro para conocer -y divulgar- el yacimiento de la antigua villa romana que allí se asienta. Pero además, han llevado a cabo talleres y actividades vinculadas al patrimonio dirigidas fundamentalmente a los más pequeños de la casa que han estado especialmente concurridas, sobre todo la denominada Arqueólogos por un día en la que, a partir de un simulacro de excavación, se enseña a los niños algo más de la profesión.