Ciudadanos ha persistido en su voto en contra del nuevo contrato de la limpieza a pesar de que la plantilla de trabajadores ha acordado el cese de las movilizaciones tras el compromiso conseguido de la empresa propuesta para la adjudicación del servicio, Cespa, para negociar un nuevo convenio colectivo.  

Pero el gobierno en minoría ha conseguido en el pleno extraordinario celebrado esta mañana el apoyo -en forma de abstención- del grupo municipal Sí se puede (Podemos), que unido al voto a favor de la concejala no adscrita, Inmaculada López, le ha permitido sacar adelante sin problemas el punto que iba al pleno extraordinario: la petición de documentación a la empresa propuesta para la adjudicación del contrato por la mesa de contratación. 

El voto en contra de la formación naranja ha recibido contundentes críticas por parte del equipo de gobierno, que ha criticado abiertamente su "veletismo" y el "papelón" que ha hecho al pasar en pocos días de defender "con más vehemencia" que el mismo ejecutivo la necesidad del nuevo contrato a votar en contra a pesar de que hace un año brindó (en forma de abstención) su apoyo al pliego de condiciones dando luz verde a la tramitación del contrato que ahora intenta bloquear.  

Así lo ha hecho el delegado de Desarrollo Sostenible, el andalucista Fran Romero, que ejercido de ponente por parte del gobierno municipal a la hora de exponer el punto a tratar en la sesión. El primer teniente de alcaldesa ha enumerado las ventajas y mejoras que reportará el nuevo contrato de la limpieza viaria y recogida de residuos y se ha referido también a las expectativas de la plantilla en relación a la negociación del convenio y al compromiso escrito que le ha trasladado la empresa propuesta para la adjudicación, Cespa, lo que -dijo el edil andalucista- ha permitido acabar con la incertidumbre de la plantilla, que ha desconvocado las movilizaciones, y ha generadado "expectativas" de mejora laboral. 

Un momento del pleno celebrado esta mañana.

Para Ciudadanos, sin embargo, ni el compromiso de la potencial adjudicataria ni el cese de las protestas de los trabajadores en aras a la negociación de un nuevo congenio ha cambiado nada. "Nuestra postura sigue siendo la misma de hace un mes", ha afirmado la portavoz del grupo, Mayte Mas, que ha basado su voto en contra en que el pliego de condiciones "no contempla subidas", por lo que no podría "responsabilizarse" a la empresa y exigirle que cumpliera algo "que no aparece en la plica". Más tarde le recordarían los socialistas exigiéndole "coherencia" que, precisamente, el contrato no contempla esas subidas por la ley de desindexación "que Cs ha apoyado en Madrid".    

Hay que recordar, sin embargo, que la portavoz de la formación naranja, días antes del pleno de febrero y una vez que se conocía ya la propuesta de adjudicación, fue explícita al referirse a la necesidad de dotar a la ciudad de un nuevo contrato de limpieza dadas las carencias del servicio que se arrastran desde hace año y que han desatado numerosas protestas ciudadanas. No obstante, poco después de desvelar el sentido de su voto, ante la presión de los trabajadores en pleno conflicto y las movilizaciones anunciadas, dio marcha atrás y anunció que votaría en contra. No llegó a hacerlo en su momento puesto que se retiró el punto del orden del dia para evitar el bloqueo del contrato. Pero hoy ha optado por no volver a cambiar el sentido del voto a pesar de que las movilizaciones han sido desconvocadas por la plantilla tras el compromiso conseguido por parte de Cespa. 

Desde el gobierno se afeó al PP que no acudiera a la mesa de contratación en la que se resolvió la adjudicación del contrato

El grupo popular, en su intervención, ha persistido en su negativa, ha afirmado que "la plica no es buena para la ciudad" y ha cuestionado la transparencia del proceso administrativo llevado a cabo por el Ayuntamiento. El concejal Daniel Nieto ha llegado incluso a insinuar la existencia de otros intereses en juego al preguntar abiertamente "a quién beneficia el contrato" dado que, según el PP, "no es bueno para San Fernando".

Desde el equipo de gobierno se le ha afeado al principal grupo de la oposición que cuestionara abiertamente el contrato y todo el proceso administrativo cuando ni siquiera acudió a la reunión de la mesa de contratación en la que se resolvió la propuesta de adjudicación y "donde podia haber solventado todas las dudas". 

Cs, que hace un año brindó su apoyo al pliego de condiciones con su abstención, optó por no volver a cambiar su voto y recibió las contundentes críticas del gobierno por su "veletismo"

En cambio, lamentaron, el concejal Nieto se enfrascó en una discusión con la alcaldesa con la intención de ganar tiempo y alargar su intervención en el debate "dada la importancia para la ciudad del tema que se trataba en el pleno". 

Romero, como delegado de Desarrollo Sostenible, fue más allá en la réplica para acusarle abiertamente de "insultar" a los funcionarios municipales con las repetidas insinuaciones que se lanzaban desde el PP. "Desde la primera palabra del pliego de condiciones y del informe técnico han sido redactadas por funcionarios municipales a los que cuestiona", advirtió al señalar también la ironía que suponía que exigiera transparencia, sin aludir a ningún dato ni a ningún punto concreto de la tramitación del contrato, cuando el PP no acudió a una convocatoria tan importante para la ciudad como fue la reunión de la mesa de contratación para el contrato de la limpieza. 

La concejala no adscrita también votó a favor y aseguró que "es una buena plica"

El gobierno en minoría también ha contado con el voto a favor de la concejala no adscrita, Inmaculada López, que en febrero de 2017 también apoyó explícitamente el pliego de condiciones. "Es una buena plica", ha asegurado al defender el proceso administrativo que se ha llevado a cabo desde el Ayuntamiento: "No es una empresa elegida a dedo sino que ha propuesto la mesa de contratación". 

La tramitación del nuevo contrato de la limpieza (8,5 millones de euros al año) se frenó después de que, al conocerse la propuesta de adjudicación a la empresa Cespa, la plantilla anunciara un calendario de protestas y movilizaciones -incluida una huelga durante la Semana Santa- al considerar que la situación perjudicaba a la negociación del convenio colectivo. 

La presión de los trabajadores hizo que el gobierno en minoría se quedara sin apoyos politicos (especialmente, el de Cs) para sacar adelante en el pleno del mes de febrero un punto de mero trámite -la petición de documentación a la empresa propuesta para la adjudicación por la mesa de contratación- pero que, de no salir adelante, dejaba bloqueado el proceso. Así que Cavada optó por retirar el punto del orden del día.