La hostelería isleña se ha unido para impulsar la puesta en marcha de una nueva asociación local desde la que combatir el declive de un sector que se ha visto duramente golpeado por una crisis que dura demasiado y que, a diferencia de otras localidades del entorno, carece de una potente infraestructura turística de la que poder nutrirse.

Desde este foro en ciernes, bautizado como la Asociación Hostelera Isleña, se pretenden consensuar iniciativas y propuestas comunes que sirvan para enfocar su reactivación económica. El futuro de La Isla -advierten- pasa necesariamente por el desarrollo de la hostelería y sus profesionales tienen mucho que decir. Es el espíritu que mueve a este nuevo colectivo que comparte tanto problemas e inquietudes como retos y esperanzas en lo que está por venir y que se aferra a una premisa fundamental: la de que la unión hace la fuerza, sobre todo en los malos momentos. "Se trata de construir, de aportar ideas, propuestas. Esta asociación se plantea casi como un centro de iniciativas", explicaba ayer a este periódico uno de los promotores, el hostelero Lolo Picardo, gerente de la Venta de Vargas.

En este popular establecimiento, precisamente, dio sus primeros pasos este nuevo colectivo en la tarde del pasado lunes. Una veintena de profesionales de la hostelería asistieron al encuentro convocado a raíz de una inquietud generalizada en el sector, que ha estado latente desde hace tiempo pero que ha tomado cuerpo definitivamente en torno a la inciativa conjunta de la Ruta de la Tapa, que acaba de poner en marcha una nueva edición con la colaboración del Ayuntamiento.

Estuvieron representadas todas las ramas de la hostelería: desde restaurantes hasta bares y cafeterías e, incluso, hostales. Hablaron de todo: de la precaria situación del sector en La Isla, de los problemas comunes que se encuentran en la profesión, de la necesidad de impulsar acciones conjuntas al estilo de la Ruta de la Tapa... Y coincidieron en la necesidad de unirse para luchar por sus intereses. Esa preocupación común germinó en la creación, aprobada por unanimidad entre los presentes, de la Asociación Hostelera Isleña. Una junta gestora se ha hecho cargo del colectivo y ha lanzado un llamamiento a todos los profesionales del sector. El mensaje es rotundo: "Todos los hosteleros de La Isla sois imprescindbles".

A todos ellos -en torno a un centenar de profesionales- se le remitirá una carta en la que se les explicarán los motivos por los que se ha creado la asociación así como sus objetivos y se les invitará a formar parte de la entidad y a acudir a su puesta de largo oficial, que se celebrará el próximo día 10. Será una asamblea general de inicio con la que la asociación iniciará definitivamente su andadura. De momento, se ha hecho cargo de las riendas de la asociación una junta gestora que se encarga de dar estos primeros pasos y que está compuesta por Nacho Gómez, de la venta Los Tarantos; Gema Tacón, de La Buhardilla; Javier Oliva, de la pensión Islasol; Roberto Sánchez, de la cervecería La Gran Vía; y Lolo Picardo Fontao, de la Venta de Vargas.

Desde el colectivo se aboga por desarrollar actividades que redunden en beneficio de la hostelería y, por ende, de la propia ciudad. "En La Isla -afirma Lolo Picardo- la hostelería tiene un gran nivel, como se ha puesto de manifiesto recientemente con la nueva edición de la Ruta de la Tapa. Faltan, sin embargo, alicientes para que la gente venga a la ciudad, falta planificación... Y eso es, precisamente, lo que desde la nueva asociación se quiere remediar".

Sobre la mesa no hay todavía iniciativas concretas porque se quiere esperar a que la entidad se constituya oficialmente, aunque sí se ha hablado mucho y se han puesto sobre la mesa varias propuestas, entre ellas, una apuesta para potenciar el pescado de estero como producto autóctono y los despesques. Es una de las posibilidades que se pueden desarrollar. Lo que los hosteleres pretenden es unirse y tomar la iniciativa para revertir su situación actual.