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San Fernando

La hazaña de Carlos Pita

  • Un niño isleño de siete años con parálisis cerebral protagoniza una de las mejores historias del comienzo del curso al incorporarse a un aula ordinaria

Carlos Pita, un niño de siete años con parálisis cerebral, se ha convertido en el protagonista de una de las mejores historias de la vuelta al cole en La Isla al dejar el aula de educación especial del CEIP San Ignacio en la que lleva tres años para empezar a cursar sus estudios de Primaria.

Ayer, como el resto de sus compañeros, regresó de nuevo a clase tras las vacaciones de verano. Pero esta vez lo hizo para comenzar el curso en un aula ordinaria: un paso de gigante que su familia, volcada con el pequeño desde que nació, ha acogido con gran entusiasmo. Su historia -todo un ejemplo de integración en el colegio- se narra en un vídeo que circula por las redes sociales en estos días de regreso a la rutina escolar enarbolando un mensaje de igualdad que acompaña la apertura del curso 2014-15.

La primera jornada de clase fue muy especial para Carlos. No solo comenzaba un nuevo curso sino también una nueva etapa de su vida, como reconocía su madre, Belinda Benzo, promotora también de la Asociación de Familiares para la Integración de Niños con Diversidad Funcional Carlos Pita (AFIN).

En La Isla, su caso es sobradamente conocido gracias a las múltiples y variadas iniciativas que desde hace tiempo llevan a cabo familiares y amigos para ayudar a Carlos: actos benéficos, calendarios solidarios...

"Carlos está muy preparado", explica Belinda al hablar de su regreso a la clase. "Sabe leer y escribir, sumar y restar. La profesora que ha tenido en el aula específica durante tres años -Milagros Montero- ha trabajado mucho con él, le ha preparado para dar este paso. Ha sido estupenda. Su implicación ha sido decisiva", apunta.

La noticia de que podía incorporarse a un aula ordinaria le llegó a finales del curso pasado. "Te tengo que dar una sorpresa", le dijo un día la profesora consciente de la importancia de lo que iba a contarle. "Carlos no tendrá que volver en septiembre al aula específica". Aquello, como no podía ser de otra forma, emocionó a Belinda, que desde que nació Carlos ha luchado con tenacidad para mejorar la calidad de vida de su hijo. "Es tremendamente importante no tanto por el hecho en sí de que pueda ser uno más en un aula ordinaria sino por lo que significa para su futuro. Es fundamental. Esto supone que el día de mañana puede llegar a tener una titulación, un trabajo, evidentemente adaptado a sus limitaciones físicas...", explica.

Carlos va en silla de ruedas pero no tiene límites intelectuales. El director del CEIP San Ignacio, José Luis Romero, insiste también en esta cuestión. "No tiene ningún problema para seguir el ritmo de la clase. Por eso, en la revisión de su proceso de maduración y aprendizaje personal se ha valorado su integración en un aula ordinaria", afirma. Para ir a clase Carlos solo necesita un ordenador portátil. "Ni siquiera es un equipo adaptado", señala Belinda. "Solo el ratón es especial porque tiene un pulsador".

No es raro que la historia de Carlos haya ocurrido en el colegio San Ignacio, uno de los centros isleño que más se implica en la integración. Prueba de ello es el torneo que organizó en el pasado mes de mayo, que consiguió reunir a 18 aulas específicas de Cádiz y La Isla en una auténtica jornada de convivencia escolar para la educación especial. "Tenemos un espacio de integración que denominamos El rinconcito en el que el alumnado de educación especial convive con el resto de escolares. Es importante, porque sirve para derribar las barreras de la discapacidad. Hace que casos como el de Carlos Pita se vean con absoluta normalidad por sus compañeros", explica el director del centro.

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