"Sorpresa e indignación". Ha sido la reacción de los empresarios del polígono industrial de Fadricas al carpetazo dado por el Ministerio de Fomento a las obras para la terminación de los nuevos accesos desde la CA-33, que llevan diez años paralizadas. El proyecto, si bien aparece en el borrador de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 lo hace con una partida meramente testimonial de 100.000 euros con la que difícilmente puede aspirarse a retomar esta actuación que se cifra, cuando menos, en dos millones de euros. 

Así que la comunidad de propietarios ha reaccionado como es lógico, sobre todo cuando esta actuación, como adelantaba a este periódico el gerente de la comunidad de  propietarios hace unos días, constituye una reivindicación histórica que se remonta a los mismos orígenes del polígono.

En un contundente comunicado, los empresarios reclaman al Ayuntamiento -gobernado por los socialistas- una "reacción enérgica" para exigir al gobierno central "el cumplimiento de la obligación de revertir cuanto antes la situaciónd e aislamiento y agravio al que va a ser sometido este polígono industrial". 

Porque no reanudar las obras de los nuevos accesos desde la CA-33, que se iniciaron en 2006 para frenarse en seco ante los trabajos para la duplicación de la vía férrea, deja en franca desventaja a este espacio destinado a la actividad económica ante la oportunidad única que brinda ahora el contrato millonario de las cinco corbetas que se construirán en los astilleros de Navantia-San Fernando para Arabia Saudí y que tendrá un impacto especialmente relevante en la industria auxiliar de la zona. El aislamiento del polígono y sus complicados accesos, que se suman a sus otras muchas reivindicaciones, impedirán a Fadricas sacar el máximo partido a esta oportunidad, lamentan.