La Isla se prepara para dar la bienvenida a una nueva Semana Santa. Operarios de la empresa Eventos San Marcos, a la que el Ayuntamiento ha adjudicado este año el montaje de los palcos de la Carrera Oficial, comenzaron ayer la faena en los tramos más céntricos de la calle Real, desde la esquina de Isaac Peral hasta la plaza de la Iglesia. El montaje se llevará a cabo a lo largo de los próximos días -hasta el viernes- para proceder luego al exorno habitual de la Carrera Oficial de cara al Domingo de Ramos.

Paralelamente, desde el área municipal de Vías y Obras se están llevando a cabo trabajos de mejora en el centro para acondicionar el espacio urbano con vistas a la celebración de la Semana Santa, dado el elevado número de personas que se prevé que se dará cita en estos días en la calle. Se trata -recuerdan desde el Ayuntamiento- de una fiesta que mueve grandes masas -en total, procesionarán 22 hermandades en estos días, algunas con gran número de hermanos- y es necesario estar preparado para ello.

Uno de los aspectos que más preocupa al Ayuntamiento es el estado de la calle Real, con multitud de losas sueltas y en mal estado. Tanto es así que el alcalde, José Loaiza, remitió hace ya varias semanas una carta al delegado territorial de Fomento, Manuel Cárdenas, solicitándole su colaboración en una puesta a punto urgente con vistas a la Semana Santa. Ambas administraciones -Junta de Andalucía y Ayuntamiento- han consensuado ya una actuación para solucionar los problemas de la calle Real que se llevará a cabo tras las fiestas y que tendrá una duración aproximada de cinco meses.

Entretanto, desde Vías y Obras se está llevando a cabo una actuación provisional para parchear socavones y losas sueltas con un doble objetivo: impedir accidentes y garantizar la seguridad al paso de las hermandades que procesionarán durante la Semana Santa, en muchas de las cuales procesiona un gran número de niños.

De momento, según explicó el responsable municipal de este área, Pascual Junquera, se han llevado a cabo arreglos en el tramo comprendido entre la plaza de la Iglesia y Capitanía. A partir de hoy está previsto que comiencen en el resto de la calle Real, hasta llegar al entorno de la iglesia del Carmen a finales de semana.

Los preparativos de la calle Real también incluirán, como se ha hecho en años anteriores, la cobertura de los raíles del tranvía en los tramos del centro con una mezcla pobre, que después de la Semana Santa se retirará con agua a presión. Se trata de una medida que se lleva a cabo atendiendo especialmente a la dificultad añadida que los raíles suponen para las cuadrillas que se encargan de portar los pasos de las hermandades, como precisaron fuentes municipales.

La fachada del Palacio Consistorial también está siendo adecentada para la Semana Santa. Se está repintando el atrio para que pueda ofrecer una mejor imagen a pesar de llevar años cerrado a la espera de su rehabilitación y se están reparando los doseles adamascados que se colocaban en los arcos.

Desde el Ayuntamiento se intenta que el centro luzca su mejor imagen en estos días. Por eso se preparan también colgaduras y gallardetes -en torno a una treintena, según Junquera- que en los próximos días se colocarán a lo largo del tramo que ocupa la Carrera Oficial.

Por otro lado, ayer, un día después del Domingo de Pasión , La Isla asistió a un ritual cofrade oficioso que causa siempre gran expectación y que atrae a una gran cantidad de curiosos al coincidir varias hermandades a la vez. Se trata del traslado de los primeros pasos procesionales al interior de la Iglesia Mayor para empezar a preparar las ya inminentes salidas penitenciales que La Isla cofrade aguarda de nuevo mirando al cielo y pendiente de los partes del tiempo.

También ayer el Ayuntamiento firmó el convenio de colaboración con el centro Sanix para prestar atención fisioterapéutica para los cargadores. Podrán beneficiarse de este servicio -que estará disponible de 9.00 a 17.00 horas, de Lunes a Viernes Santo- las cuadrillas de todas las hermandades, si bien desde el Consistorio se ha pedido que los usuarios se limiten siempre a los cargadores que participan ese día en las procesiones o que bien lo han hecho durante el día anterior, de forma que se pueda controlar mejor la afluencia de usuarios. El año pasado se atendieron a unos 150 cargadores.