Talleres con una visión diferente en las aulas

Cristina Baturone diseña el método BAM, que el pasado curso empezó a aplicarse en el colegio Manuel de Falla y ahora se extiende a academias y asociaciones

Cristina Baturone, con el libro en el que explica el contenido de sus talleres.
Cristina Baturone, con el libro en el que explica el contenido de sus talleres.
Arturo Rivera San Fernando

21 de octubre 2016 - 01:00

Le llama el método BAM, acrónimo sánscrito de buddhi, atman, manas: cuerpo, alma y mente. Y tiene que ver con el yoga, con el reiki, con la educación emocional, con la autoestima... y hasta con la alimentación. Y todo eso se ha empezado a llevar a las aulas. Los talleres, ideados por la isleña Cristina Baturone, empezaron a desarrollarse durante el pasado curso en el colegio Manuel de Falla. Y allí, en cierto modo, tomaron forma aunque este trabajo, en su conjunto, había estado gestándose desde varios años antes.

Lo que en principio iba a ser una actividad complementaria de terapia de reiki para los alumnos con necesidades educativas especiales terminó por abrirse a algo mucho más amplio que se centraba en la educación emocional con los niños y que trabaja tres ámbitos principales: la alimentación, el crecimiento personal y la espiritualidad. Todo parte de una premisa bastante sencilla, la de que mejorando en esos tres campos el individuo consigue también mejorar dolencias físicas y emocionales, como problemas de sueño, dolores de cabeza, malestar...

"En un principio pensamos trabajar estos talleres con los alumnos de educación especial porque los resultados iban a ser inmediatos", explica Baturone. Aunque luego resultó irremediable que la iniciativa despertara el interés de sus compañeros. Sobre todo porque el método echa mano de un cuento infantil que es obra también de la misma autora y que tiene por objeto hacer que estas enseñanzas sean asumibles por los niños. "Escuchaban hablar en el colegio de un dragón dorado, que es el protagonista de esos cuentos, y enseguida quisieron participar también. Tenían curiosidad. Algunos empezaron a colaborar como ayudantes. Y se sentían útiles y además aprendían al comprobar la evolución que experimentaban sus compañeros. Luego vimos que estos niños, aunque aparentemente no era así, pues resulta que sí tenían también este tipo de necesidades", explica.

En realidad, Cristina empezó con estos talleres hace ocho años cuando trabajaba con gente con problemas de nutrición. "La gente que atendía casi siempre tenía también problemas anímicos, se encontraba mal", apunta. Y es lo que se intentaba solventar con estas dinámicas. El método -asegura- funciona. "Para que una persona se encuentre bien, con independencia de la edad que tenga, es necesario comer bien y alimentar su mente y su espíritu", apunta.

A estos talleres, que incluyen téncnicas de relajación, de educación emocional, autoestima y trabajo en grupo, se ha sumado también recientemente una academia de estudios, donde hace unos días se presentó la publicación que habla de este método, editada por Cosmoverso. También la asociación didáctica Pintor Zuloaga de Cádiz, donde se aplicará a niños con problemas de conducta. "Se trata de trabajar la educación emocional y, en este caso en concreto, el tema de la modulación de la violencia", apunta Baturone.

Los talleres se llevan también a cabo en la asociación de mujeres Clara Campoamor. En el colegio Manuel de Falla se incluye como actividad complementaria dentro del proyecto Escuela espacio de paz. "Estamos también dándolo a conocer en otros centros", explica.

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