San Fernando

Los dos bustos de don Cayetano Roldán

  • El Ayuntamiento pagó 10.285 euros por la primera escultura que se encargó para rendir homenaje al alcalde republicano pero que luego fue descartada

A la derecha, el busto de Cayetano Roldán colocado en la barriada. A la izquierda, la obra de José Luis Tellado que fue descartada para el homenaje.

A la derecha, el busto de Cayetano Roldán colocado en la barriada. A la izquierda, la obra de José Luis Tellado que fue descartada para el homenaje. / D.C. (San Fernando)

No uno sino dos bustos del alcalde Cayetano Roldán se encargaron desde el Ayuntamiento para saldar esa vieja deuda que La Isla tenía pendiente con el regidor republicano y dedicarle una escultura en el barrio que desde hace años lleva su nombre.

La obra de Cristóbal Cepillo Galvín que desde el pasado martes se levanta en la plaza más representativa de la barriada Cayetano Roldán no fue la primera. Antes de este bronce estuvo la escultura realizada por José Luis Tellado, que fue el primer artista al que el Ayuntamiento llamó y contrató para hacer este trabajo hace más de una década. 

Su obra, sin embargo, fue descartada para este homenaje público. Aunque el encargo se hizo. El autor cumplió con la tarea que se le había encomendado y entregó al Ayuntamiento la escultura en bronce. Y, evidentemente, éste pagó la cantidad que estaba estipulada en el contrato: un total de 10.285 euros

La escultura, supuestamente, debe andar guardada en algunas dependencias municipales. Desde el Consistorio hay quien apunta a su posible ubicación en el interior del Ayuntamiento una vez que terminen las obras de rehabilitación que están ya en su recta final, aunque lo cierto es que por ahora no hay nada concreto. 

José Luis Tellado, con su obra. José Luis Tellado, con su obra.

José Luis Tellado, con su obra. / D.C. (San Fernando)

La existencia de los dos bustos de Cayetano Roldán supone un epílogo digno para una historia a ratos sorprendente y hasta inverosímil, la que que ha acompañado a lo largo de más de una década este pretendido homenaje municipal al alcalde republicano. Todo comenzó cuando el andalucista Fernando Rodríguez estaba al frente de la desaparecida Gerencia Municipal de Urbanismo y habló con José Luis Tellado para pedirle que modelara el busto de este ilustre isleño con la idea de colocarlo en un lugar preeminente para así honrar su memoria.

Fue en el año 2007 cuando se puso manos a la obra. Pero los cambios de gobierno posteriores dilataron en el tiempo el encargo. Hasta con cuatro equipos de gobierno diferentes ha tenido que tratar Tellado en este tiempo sin que se supiera muy bien por qué este reconocimiento iba postergándose en el tiempo... 

Durante años, la cabeza en barro de don Cayetano estuvo guardada en un rincón de su taller a la espera de noticias. Hasta que finalmente, se retomó la idea del homenaje. Pero para su sorpresa la obra que tantos años se había traído entre manos terminó por ser descartada.

No se han dado muchas explicaciones al respecto. El tema se ha dejado de lado a la hora de rendir el homenaje que La Isla tenía pendiente y que al fin se saldó hace tan solo unos días. Era lo correcto.

Al busto, presumiblemente, se le achacaba su poco parecido con la figura de Cayetano Roldán y por eso no convencía, lo que llevó al Ayuntamiento a recurrir a otro escultor diferente al tratarse de un homenaje que, por su propia naturaleza, requería de un amplio consenso -con la familia, con los vecinos que promovían este reconocimiento y otros colectivos- con respecto a la obra. 

José Luis Tellado, sin embargo, asegura que solo uno de los familiares del alcalde republicano llegó a ver el busto. Es más, afirma que nadie del equipo de gobierno actual nunca llegó a pasarse por el taller o a interesarse por la obra. Así que no entiende las razones que han llevado a rechazarlo.

"No tengo nada en contra de Cepillo ni del busto que se ha puesto", aclara el artista. 

Sobre Cayetano Roldán, recuerda, hay muy poco material gráfico y él se basó en una fotografía del carnet médico que se conserva. Insiste en el parecido aunque, más allá de eso, defiende sobre todo la autonomía del artista y la necesidad de respetar su visión a la hora de dar forma a una obra para la que, además, ha sido expresamente contratado. 

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