Siete concejales de la actual Corporación no formarán parte de ninguna de las candidaturas que se han presentado para las elecciones municipales del próximo mes de mayo. Así que para ellos ayer fue su último pleno. Curiosamente, solo Ángel Martínez (PP) pidió la palabra para intervenir al terminar la sesión con el propósito de despedirse y trasladar su agradecimiento tras ocho años de dedicación a la política municipal. El resto –Daniel Nieto, Manuel Raposo, Laura Prieto, Emilio J. Rodríguez, Mayte Mas y Pascual Junquera, que sí va en la lista del PP pero de un modo simbólico en el número 25– optó por irse en silencio.

Aunque todavía tiene que celebrarse un pleno extraordinario para el sorteo de las mesas electorales de cara a las municipales –será el próximo lunes– esta convocatoria no deja en realidad de ser un mero trámite, así que la sesión ordinaria de ayer fue la encargada oficialmente de poner el punto final al mandato.

La alcaldesa, Patricia Cavada, hizo los honores al dar las gracias a los 25 corporativos por su dedicación. "Todos, cuando tomamos posesión, asumimos una de enorme responsabilidad, muchas veces incomprendida por la ciudadanía", advirtió la regidora al recordarles a los que siguen que tienen siempre con su trabajo "la oportunidad de dignificar la política". "Todos los concejales de este país trabajan desinteresadamente por mejorar la vida de sus ciudadanos", apuntó con seguridad al tiempo que recordó las vivencias y el compromiso compartido más allá de los colores políticos y al margen de los momentos de tensión, que también se han dado.

Loaiza, el líder del PP, optó por cerrar el mandato de una manera radicalmente opuesta al recordar al gobierno –también lo hicieron otros ediles del grupo popular– que sigue sin contestar al 80% de las preguntas que ha realizado durante estos cuatro años y al afirmar además que un 15% de esas cuestiones que sí han tenido respuesta constituyen un verdadero "insulto" para cualquier edil de la Corporación.

Pero en general fue un debate de tono marcadamente moderado a pesar de la cercanía de las convocatorias electorales, en el que incluso los grupos pactaron prescindir de las habituales mociones que prolongan la sesión durante horas, lo que permitió acabar el pleno –con media docena de puntos en el orden del día y la mayoría de trámite– en menos de un par de horas.

Eso sí, no faltaron los clásicos en este cierre del mandato: los reparos del interventor, la subvención a la escuela de tauromaquia y, por supuesto, la penosa situación de la Casa Lazaga y de la antigua finca de la Cruz Roja. Sobre todo, después de que el gobierno municipal haya anunciado esta misma semana que tiene intención de destinar más de 600.000 euros a intervenir en la emblemática finca de la calle Real gracias al remanente de tesorería.

Por cierto, que el superávit de más de nueve millones de euros con el que el Ayuntamiento ha cerrado el ejercicio de 2018 –y que se ha conocido también esta semana– fue una de las cuestiones que más batalla presentó en este último pleno del mandato, en el que Cs ni siquiera abrió la boca tras confirmarse la marcha de Mayte Mas y la candidatura de Regla Moreno.

El PP no dudó en referirse a este superávit millonario como un rotundo "fracaso" de la gestión del equipo de gobierno que comparten socialistas y andalucistas, el mismo adjetivo precisamente que utilizaba el concejal del PSOE Conrado Rodríguez cuando estaba en la oposición al referirse a los superávit de Loaiza.