San Fernando

El PP se suma a las críticas del parque canino de Camposoto y cuestiona su coste de 50.000 euros

  • "Nos parece mucho dinero para lo que se ha hecho", ha afirmado José Loaiza

  • "En La Isla hay que ser perro o gato para que Cavada te haga caso", insiste el portavoz del PP 

Parque canino instalado en Villamaruja-La Noria.

Parque canino instalado en Villamaruja-La Noria. / D.C. (San Fernando)

El PP de San Fernando se ha sumado a las críticas en torno a la ejecución del parque canino de Camposoto tras conocer el malestar y las quejas de los vecinos afectados por la instalación.

El presidente y portavoz de la formación, José Loaiza, acompañado de las concejalas María José de Alba y Carmen Roa, ha visitado hoy la zona para comprobar sobre el terreno las carencias de este nuevo equipamiento que han señalado los vecinos y reclamar al gobierno municipal de Patricia Cavada que tome medidas sin mayor dilación y sin hacer esperar a los residentes un mes, como ha pedido la regidora a los afectados. 

"Vamos a pedir el proyecto y vamos a pedir las certificaciones de la obra porque nos parece que 50.000 euros, que es lo que ha costado este parque canino, es mucho dinero para lo que se ha hecho", ha afirmado José Loaiza al detallar que la obra realizada en Villamaruja-La Noria consiste en poco más que unas vallas y tres aparatos de 'agility' para los perros.  

Desde el PP se ha cuestionado el uso de las viviendas privadas para dar forma al cerramiento del citado parque canino y, sobre todo, el hecho de que todo se ha hecho sin hablar con los vecinos, lo que achaca a la "prepotencia permanente" del gobierno de Patricia Cavada. 

Loaiza ha preguntado también al ejecutivo por las razones por las que el parque canino se cambió de ubicación inicial ya que la que inicialmente se propuso -en el otro extremo de la zona- no afectaba a ninguna vivienda y parece más ventajosa para los residentes y usuarios habituales que vayan a hacer uso de este espacio con sus mascotas. 

El presidente y portavoz del PP ha echado mano también a la infografía divulgada por el propio ejecutivo cuando anunció la instalación de los parques caninos para insistir en las enormes diferencias que presenta con lo que se ha levantado sobre el terreno. La principal, apuntó, que en la recreación virtual figura un parque con un cerramiento de vallas a lo largo de todo su perímetro, "como es normal". Pero también la ausencia de arena dentro del recinto acotado para el esparcimiento de las mascotas. Solo hay césped, lo que -advierte- resulta mucho menos higiénico y menos práctico en su mantenimiento cotidiano. 

Los populares han insistido también en la situación en la que queda la estación de bombeo de pluviales que se ha quedado dentro además del parque canino, cuyo acceso a vehículos y operarios tendrá que estar garantizado para que la red pueda operar correctamente a pesar de que haya perros sueltos dentro del recinto. 

"En La Isla hay que ser perro o gato para que Cavada te haga caso", ha ironizado Loaiza, que no se ha podido resistir a comparar el interés del gobierno local por las políticas animalistas con las numerosas carencias que presentan las calles y las barriadas de la ciudad sin que -afirma- supongan la más mínima preocupación para la alcaldesa socialista. 

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