Minutos antes de las cinco de la tarde los operarios sujetaban la barca de la Fuente Tusquets al camión con el que iba a ser trasladada a una nave municipal a la espera de su restauración. Se cerraban de esta forma cuatro horas de trabajo iniciados para eliminar el peligro que existía con esta parte de la estructura que días atrás había perdido sujeciones y se había desplazado de su ubicación original, lo que obligó al Consorcio Provincial de Bomberos a intervenir.

La operación se había adjudicado por la vía de urgencia por la mañana a la empresa Isleños del Hierro, tras analizar el jueves los técnicos municipales la también llamada Fuente a la Comunicación y detectar sujeciones desprendidas y algunas en mal estado y considerar que había riesgo de caída más si cabe por su enorme peso. El concejal de Vías y Obras, Antonio Rojas, detallaba que algunos enganches y algunos de los puntos de soldadura se habían roto -otros tendrían que quitarse- y que con el viento de días atrás la barcaza se había movido por lo que se había decidido su retirada.

La estructura se ha guardado en una nave de Vías y Obras para su próxima restauración

Para sacar la pieza de todo el conjunto diseñado por el arquitecto Óscar Tusquets, hicieron falta una pluma y un camión con una cabina que se elevaba para que los operarios pudieran trabajar. Su trabajo se centró primero en colocar alrededor de la barca las eslingas que engancharía en varias ocasiones la pluma durante la intervención, y que en una de ellas sirvió para enderezar la estructura volcada más hacia uno de sus lados.

Otra de las tareas ejecutadas fue cortar los cables tensores que afianzaban todavía la barca y la base donde estaba depositada a las esquinas del cubo (la forma del momumento en sí), con una rotaflex y sujetando en cada corte cada uno de ello con una cuerda como medida de seguridad. Primero se actuó en los fijados en la parte de abajo y, a continuación, los de arriba.

Una vez la barca quedó libre de sus ataduras, la pluma tomó el protagonismo de los trabajos al tener que maniobrar su operario para sacar uno de los extremos de la barca del entramado de uno de los paneles en el que se dibujaba el mapa de África y el sur de Europa con España sobredimensionada y rotar la pieza hacia un lado.

Con el trailer ya ubicado en el punto exacto para recibir la barcaza, ésta se elevó (se había bajado antes hacia el suelo pero aún dentro del conjunto), para sacarlo y llevarlo sobre el camión. Allí una vez depositada la estructura se prodeció a su amarre antes de llevarla a unas instalaciones de Vías y Obras donde quedará almacenada a la espera de su restauración, paso previo a que vuelva a ocupar su lugar en la Fuente Tusquets.

Antes de esa intervención, eso sí, desde el Ayuntamiento se analizará el contrato existente con el autor de la obra escultórica, para comprobar qué obligaciones tiene al poder estar sujeta a derechos de autor. Se informará al estudio del arquitecto responsable -Óscar Tusquets-, si corresponde o si su participación en la recuperación de la pieza así está establecida por el acuerdo. La intención municipal, si no se hace falta una derivación concreta de la barca, es sacar la actuación a licitación para que se encargue de ella en cualquier caso una empresa especializada. Entre sus labores estará arreglar la pieza -con el tratamiento que sea necesario según su estado- y comprobar las razones del deterioro de la estructura y sus sujeciones -dado que en principio al ser de acero corten su propio óxido tendría que haber servido de protección contra los agentes atmosféricos-.