El Obispado se plantea un cambio de sede canónica para la hermandad del Rosario

Un cambio de sede canónica. Es la alternativa que el Obispado se plantea para solucionar el conflicto que desde hace tres años arrastra la hermandad de penitencia de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos y que ha impedido su salida procesional en la madrugada del Sábado Santo desde el año 2010.

La resolución -una vez que el mandato de Antonio Sánchez Cepero como comisario al frente de la corporación concluyera días atrás sin dar un resultado fructífero y sin conseguir que una nueva junta de gobierno asumiera las riendas de la hermandad y normalizara su situación- se espera que se dé a conocer en breve y, por lo que ha trascendido hasta el momento, contemplaría el traslado de la imagen y de la hermandad en sí desde la parroquia de San José Artesano, en el Parque, a una nueva sede canónica, probablemente a la Iglesia Mayor Parroquial, donde estaría bajo la tutela de un nuevo director espiritual.

De esta manera, se pretende solventar una complicada situación que ha llevado a la hermandad del Rosario al borde de su extinción. Incluso, desde hace unos meses, se han dejado de cobrar las cuotas mensuales que aportan los hermanos como donativo.

Con el traslado a la nueva sede, desde el Obispado se pretende dar una solución a los problemas que aquejan a la hermandad desde hace ya demasiado tiempo y evitar tener que recurrir a medidas extremas como pueda ser su desaparición. Así, confía en restablecer la normalidad de la corporación a medio plazo.

El grave conflicto interno que arrastra el Rosario se remonta al año 2011, cuando un agrio enfrentamiento entre varios miembros de la junta de gobierno y su director espiritual derivó en ceses, dimisiones y nuevos desencuentros. Se nombró entonces a un comisariado para convocar cabildo y elegir una nueva junta de gobierno pero las tentativas que en este sentido se llevaron a cabo resultaron ser infructuosas.