San Fernando

El TEAR rinde homenaje a los infantes de Marina fallecidos en el accidente del Hoyo de Manzanares

  • Se cumplen diez años del trágico siniestro donde perdieron la vida Víctor Manuel Zamora Letelier y Javier Muñoz Gómez, junto tres militares del Ejército de Tierra

  • Otros tres infantes de Marina del equipo de desactivadores resultaron heridos

Un momento del homenaje en el TEAR.

Un momento del homenaje en el TEAR. / Armada

El Tercio de Armada ha rendido homenaje a las víctimas del accidente del Hoyo de Manzanares, del que se acaba de cumplir una década. En el Campo de Tiro de El Palancar, dentro de las instalaciones de la Academia de Ingenieros del Ejército de Tierra de Hoyo de Manzanares, fallecieron dos infantes de Marina, el sargento 1º Victor Manuel Zamora Letelier y el cabo 1º Javier Muñoz Gómez, así como otros tres militares. Además resultaron heridos de distinta gravedad los otros tres Infantes de Marina del equipo de desactivadores, el teniente José Manuel Candón Ballesteros, el brigada Raúl González Fernández y el cabo 1º Jose Herminio Álvarez Gómez.

Con motivo del décimo aniversario del trágico siniestro,  se llevaron a cabo en el Cuartel de Batallones de San Fernando diversos actos conmemorativos, presididos por el General Comandante del Tercio de Armada, General de Brigada D. Rafael Roldán Tudela.

En las instalaciones del Grupo de Movilidad Anfibia ubicadas, en el citado cuartel, fueron inauguradas el aula de la Sección de Desactivación de Explosivos 'Brigada Letelier' y la Casa Trampeada 'Cabo Mayor Muñoz, como homenaje a los dos infantes de Marina fallecidos. Además, en el Patio de Armas del Acuartelamiento 'Sargento Padrós Pagés' ser realizó un acto de homenaje a los que dieron su vida por España.

El accidente ocurrió el 24 de febrero de 2011 mientras se desarrollaba un ejercicio de adiestramiento en desactivación de explosivos, dentro del marco del programa de adiestramiento previo al despliegue del contingente de las Fuerzas Armadas españolas en la misión de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL). Desde entonces, "son muchas batallas vividas en los tribunales", señalan los supervivientes.

Dos clases llevarán el nombre de los militares fallecidos. Dos clases llevarán el nombre de los militares fallecidos.

Dos clases llevarán el nombre de los militares fallecidos. / Armada

Batalla judicial

La batalla judicial comenzó en 2013, cuando un juzgado togado de lo militar archivó el caso. En 2017, los supervivientes y las familias de los fallecidos pidieron reabrirlo ante nuevas pruebas de que la munición usada en las prácticas había sido declarada "inútil" y no se podía utilizar. El juzgado lo rechazó, pero el tribunal militar superior ordenó reabrirlo en 2018.

La nueva titular del Juzgado Togado Militar 11 de Madrid tomó entonces declaración a varias personas, entre ellas Pepe Candón, teniente gaditano herido en el accidente. "Eso nos motivó mucho, parecía un cambio de actitud", pero no volvieron a tener noticias. En marzo hará dos años del último de sus cuatro escritos pidiendo nuevas diligencias, ninguno de ellos contestado, según cuentan a EFE dos de los supervivientes.

"Lo que queremos es que se reconozca la verdad de lo que ha ocurrido, esto no puede quedar en que fue un accidente fortuito", denuncia Pepe apuntando que el Ejército de Tierra reconoce que la munición se había declarado "inútil" en diciembre de 2010 y el Ministerio de Defensa ha certificado que desde 1999 los explosivos caducados no se podían usar en prácticas.

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