Ofrecer un flamenco que esté a la altura del reclamo turístico y la formación de los operadores son las dos sugerencias que José María Castaño, referente de la comunicación del flamenco y antiguo coordinador del Aula de Arte Flamenco de la Universidad de Cádiz (UCA), lanzó a los asistentes al I Foro de Turismo y Flamenco que se celebró en el Museo Camarón. La cita estaba organizada por la Asociación de Empresas Turísticas de Cádiz (AETC) con la colaboración de la Junta, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de San Fernando.

"Pocas tierras como esta provincia tienen un valor cultural tan elevado, tan internacional, tan marca Andalucía, tan marca España", comentó Castaño sobre el flamenco. El conferenciante –El flamenco, una cultura más allá del espectáculo, era el título de su intervención– apuntó a que los cursos sobre flamenco de la UCA despiertan interés de alumnos de todo el mundo, en consonancia con el sentir que hay fuera de las fronteras de España.

"En uno de los cursos mientras sonaba una seguiriya escucho a alguien llorando, era una chica japonesa y cuando le pregunté me dijo: la emoción", contó para defender que "nuestra manera de codificar el gemido, el dolor, puede emocionar a todo el mundo", como "lenguaje universal", como "una de las bellas artes" que es el flamenco.

A partir de esa base, el interés que despierta, se trata de traducirlo en turismo. "Como producto de turismo cultural el flamenco no es determinante pero sí condicionante para viajar a nuestro país", señaló sobre los informes que existen al respecto. Los festivales flamencos, tales como la Bienal de Sevilla, el Concurso Nacional de Córdoba o el Festival de Jerez, "no existirían sin el público extranjero que nos llega". Su gasto medio supera en 6 euros al de un turista normal (en datos de haces años).

Ese turismo “pide algo más que sol y playa, o más que los caballos en Jerez o la bodega”, quiere "la vivencia", esa que puede darle los "escenarios naturales del flamenco", "donde nace". Para Castaño, además de ofrecer las propuestas de los museos y centros de interpretación, de la oferta interactiva, al turista debe aportarles momentos "que lleguen al corazón". "Por ejemplo, si se recupera la casa de un flamenco conocido, que allí esperara un cantaor y una copa", planteó. Por eso, para el turismo flamenco resulta "una asignatura pendiente" incluir "esa vivencia".

Pero además el conferenciante puso sobre la mesa dos sugerencias que cree fundamentales para que las empresa turísticas, las que apuesten por el flamenco, acierten en esta línea. No se trata de que el turista consuma "a granel" flamenco, puesto que quien viene buscando este arte ya tiene cierto conocimiento, por eso hay que dar "un flamenco a la altura", insistió. A eso se suma que para dedicarte a este campo o lo tenga como oferta resulta importante la formación. “Tener un mínimo de conocimiento”, matizó.

"Dónde situamos a Camarón de La Isla dentro de la historia del flamenco es algo que alguien de San Fernando que se dedique a esto debe saber. Si vamos a Cádiz el agente turístico debe saber quién es Aurelio Sellés y la Perla. O en Jerez, quién es Terremoto o la Paquera. O distinguir los palos del flamenco", puso de ejemplos. "A veces los turistas se van decepcionados porque vienen ya sabiendo qué es el flamenco de verdad, y no podemos dar gato por liebre", desveló. Esto es un reto.

Su intervención se completó en este I Foro de Turismo y Flamenco con una mesa redonda en la que participaron Pepe Martínez, delegado de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Lebrija; Kurt Grösch, director del Museo de Baile Flamenco Cristina Hoyos de Sevilla; Isamay Benavente, directora del Teatro Villamarta y el Festival Flamenco de Jerez; Alfonso Ruiz Mateos, estudiante de la UCA ganador con su trabajo fin de grado El turismo flamenco en Jerez de la Frontera del premio Aura a la Excelencia Investigadora; Nicolás Sosa, presidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas, y Julio Ojeda, de Dunacandela.

La bienvenida corrió a cargo de la presidenta de la AETC, Marta Garat, que esperaba que los asistentes pudieran sacar conclusiones para "operar productos turísticos basados en la cultura flamenca que respete sus raíces y preserve su identidad a la vez que se comparte con quienes nos visitan".

El diputado provincial de Desarrollo de la Ciudadanía y concejal isleño, Jaime Armario, reconoció el peso que el turismo y la industria cultural tienen en el Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia: un 20% y un 4% y, por tanto, la apuesta por promocionar un "sector turístico de calidad y excelencia". El delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Jorge Vázquez, apuntó al papel que la administración debe desempeñar en torno a este sector, "debemos nutrirnos de las ideas, inquietudes y demandas del sector", a la vez que salvaguarda el flamenco a través de una nueva ley.

La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, destacó la apuesta que la ciudad ha hecho con el Museo Camarón, con la ruta sobre el cantaor, la actividad de las peñas y la iniciativa privada, a través del festival La Isla Ciudad Flamenca o la inclusión en el Bahía Sound.