¿Estamos preparados para responder ante supuestas amenazas? Es la pregunta a la que trata de responder cada año el mayor ejercicio que lleva a cabo la Armada en materia de seguridad: el FPEX-19.

Durante tres días, las unidades de la Fuerza de Protección (FUPRO) que se reparten por toda España –en el caso de San Fernando, asentada en el Tercio Sur de Infantería de Marina– se someten a examen en un escenario –simulado, claro está– que sirve para evaluar su capacidad de reacción ante una escalada de incidencias que requieren de su intervención: registrar y detener a posibles sospechosos, neutralizar explosivos detectados en vehículos gracias a perros adiestrados para frustrar un posible atentado, actuar ante masas descontroladas...

Se mide la respuesta de la FUPRO, los protocolos de actuación y también la coordinación entre las distintas unidades que participan. Además, a lo largo de los tres días que dura este ejercicio, los incidentes simulados que se recrean varían y la alerta pasa de Alfa a Delta –el mayor nivel– para testar lo mejor posible las capacidades y el nivel de preparación de la FUPRO, los responsables de la seguridad en la Armada.

Es, precisamente, el objetivo de estos ejericios: validar los planes de contingencia de las unidades de la Fuerza de Protección "para garantizar una respuesta eficaz ante incidentes de seguridad que puedan producirse en las unidades de la Armada".

Esta tarde, en la población naval de San Carlos, entre los acuartelamientos del Tercio de la Armada y de la Escuela de Suboficiales, se ha llevado a cabo uno de los simulacros más vistosos de estos ejercicios de la FPEX-19: la detención de un sospechoso que viajaba a bordo de un vehículo que fue interceptado en un control de seguridad.

El sujeto intentó huir antes de ser registrado y fue reducido con la ayuda de un perro adiestrado para posteriormente ser detenido por la Policía Naval. Previamente, los miembros de la FUPRO del Tercio Sur también se habían ejercitado en el simulacro con otros registros. Y la operación incluyó también el uso de un perro adiestrado en la detección de explosivos para asegurarse de que el vehículo no suponía una amenaza.

Fue una demostración de apenas unos minutos del ejercicio que la FUPRO lleva a cabo esta semana y que se desarrolla también y de manera coordinada con las unidades del Tercio del Norte en Ferrol, la Agrupación de Madrid, el Tercio de Levante en Cartagena y la Unidad de Seguridad de Canarias en Las Palmas. Cada una, en su ámbito geográfico, se enfrenta a un escenario en el que se simulan incidentes de seguridad en diversas instalaciones de la Armada que requieren de su intervención. Así se sopesa también la eficacia de los protocolos establecidos ante posibles emergencias y amenazas.

En el ámbito de la Bahía de Cádiz participan en el ejercicio el Tercio del Sur, la Base Naval de Rota, el Tercio de Armada-BRIMAR, la Estación Naval de Puntales, el Parque Autos nº 3, las Estaciones Radio de Chiclana y la Unidad de Buceo de Cádiz.

El ejercicio está dirigido por el comandante de la FUPRO, el general de brigada de Infantería de Marina Carlos Pérez-Urruti Pérez, desde su Cuartel General, establecido en su nueva ubicación de la Estación Naval de la Graña (Ferrol), que ocupa precisamente desde el pasado 1 de octubre.

La Fuerza de Protección de la Armada se constituyó y tomó forma en abril de 2004, coincidiendo con la última reorganización de la Armada. Encuadrada dentro de la Fuerza de Infantería de Marina, integra bajo una sola autoridad las distintas unidades del cuerpo que hasta ese momento dependían de los Jefes de las Zonas Marítimas: los Tercios del Norte, del Sur y de Levante, la Agrupación de Madrid y la Unidad de Seguridad de Canarias. Agrupa así los medios humanos y materiales que la Armada dedica a proporcionar protección y seguridad física a sus bases, instalaciones, centros, organismos y personas. Entre sus cometidos figura el elaborar los procedimientos del empleo de los medios, mantener actualizado el Plan de Seguridad Física de la Armada.