Empiezan a conocerse nuevos detalles de la ruptura entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. La célebre pareja, que acumulaba ocho años de relación, decidió poner punto y final a su historia de amor. Pese a que en un inicio se señalara a los celos de Vargas Llosa como motivo de la ruptura, nuevos vestigios salen a la luz y dejarían a Tamara Falcó como la culpable absoluta de la separación.
Hace unos días Mario Vargas Llosa atendía a los periodistas para desmentir que los celos hubiesen sido el motivo del distanciamiento. A partir de ese momento, las versiones se han multiplicado y ambas socialités han querido crear dos bandos bien diferenciados, filtrando informaciones contradictorias. Tal es la necesidad de controlar el discurso que Preysler se ha asegurado de dejar claro que es la primera mujer que deja a Mario Vargas Llosa, como si de un logro se tratase.
Otros han señalado que el Premio Nobel estaría agotado del universo Preysler y de su abultada agenda, siempre tan pomposa y elitista, dejando entrever que Isabel no está a su altura intelectual. Si bien podría ser un motivo de peso, otras versiones están calando más. Tal y como señala Lecturas, Tamara Falcó fue el detonante de la ruptura entre el escritor e Isabel Preysler. Al parecer, la Marquesa de Griñón fue objeto de una fuerte discusión entre la pareja. Mario Vargas Llosa habría expresado estar en contra de los desafortunados comentarios que espetó Falcó en el congreso ultracatólico en el que participó.
Tamara Falcó, marquesa de Griñón y homófoba, representando a España en el Congreso Mundial de Las familias organizado por la red ultracatólica a la que pertenece Hazte Oír y El Yunque. Siento vergüenza escuchar estas estupidecespic.twitter.com/AwOZj5tRGC
— Julián Macías Tovar (@JulianMaciasT) October 4, 2022
Las fuentes del citado medio aseguran que estas palabras "avergonzaron profundamente a Mario y así lo expresó". El hecho de que en un momento tan delicado, en el que la imagen pública de Tamara Falcó estaba en juego, Vargas Llosa se posicionara en contra de la hija de Isabel Preysler marcó un antes y un después en la convivencia. "No perdonan a Mario, ni lo harán", asegura el entorno del escritor, que explican que desde entonces no se dirige la palabra con Tamara. Un rifirrafe familiar que habría sido la gota que colma el vaso de la paciencia de Preysler.
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