Reyes Magos en Puerto Real: Sonrisas tras las mascarillas en la Cabalgata de la Ilusión

A las cinco de la tarde el helicóptero de los Reyes Magos aterrizó en la Plaza Alberti, de donde partió la 'Cabalgata de la Ilusión' con un nuevo itinerario para evitar aglomeraciones

Cabalgata de la Ilusión en Puerto Real
Cabalgata de la Ilusión en Puerto Real / J.A.T.

Las mascarillas impedían ver las sonrisas de los niños y niñas de Puerto Real, pero los ojos, abiertos de par en par, reflejaban a la perfección el momento mágico que solo se da cada cinco de enero en la Plaza Rafael Alberti. Poco antes de las cinco de la tarde, cientos de personas, intentando sin éxito mantener las distancias de seguridad que “recomendaba” el Ayuntamiento, miraban al cielo.

Esperaban impacientes la llegada del helicóptero de los Reyes Magos de Oriente que, tras varias vueltas a la ciudad, aterrizaba en el centro de plaza a las cinco en punto de la tarde, entre gritos, aplausos y besos al aire. Mientras tanto, la música ambiental se mezclaba con los mensajes del Ayuntamiento en los que se recordaba el uso obligatorio de la mascarilla y se recomendaba evitar aglomeraciones entre personas no convivientes. Lo primero se cumplió, lo segundo, era prácticamente imposible debido al gran número de personas que asistieron, aunque se notó menos afluencia que en años anteriores.

Los emisarios de Melchor, Gaspar y Baltasar, tras hacer un paseíllo por el recinto vallado para saludar a los pequeños, subieron junto a la alcaldesa, que los recibió tras bajar del helicóptero, al balcón del Centro Administrativo Municipal para lanzar un mensaje a todos los presentes. "Gracias por esta magnífica bienvenida en este precioso Paseo Marítimo. Este año ha sido muy especial porque habéis tenido que usar la mascarilla en clase, pero nos han dicho vuestros padres que no os habéis quejado", dijo el Rey Baltasar en nombre los monarcas. Fue el propio Rey quien recordó las medidas de seguridad durante la cabalgata. "Hay que guardar la distancia con otros niños. Nos os peléis por un caramelo, que hay de sobra", dijo el Rey Baltasar.

Al mensaje se sumó la alcaldesa que, además de insistir en que se viviese la tarde de la ilusión "con cabeza", recordó las dificultades que el Ayuntamiento había tenido para preparar una de las jornadas más importantes del año en plena pandemia

Tras el mensaje daba inicio una atípica ‘Cabalgata de la Ilusión’. Si el pasado año se sustituyó el cortejo por un autobús que pasó por la mayoría de calles del centro y de las barriadas de la periferia, en esta ocasión, también provocado por las medidas para intentar frenar el avance de la pandemia, el recorrido fue todo lo contrario. Una única calle, la Ribera del Muelle, ida y vuelta. Desde la calle Ancha hasta el reloj de Sol.

Aproximadamente dos kilómetros y medio de recorrido total (casi un kilómetro más que cuando circula por la zona centro) en línea recta por una calle con mayor amplitud que las del casco urbano que es lo que se pretendía evitar. El ayuntamiento había dispuesto espacios reservados para que las personas con movilidad reducida pudiesen disfrutar tanto del aterrizaje como de la cabalgata, a la altura del Teatro principal.

El cortejo estuvo formado por seis carrozas. Abriendo el desfile estaba el Heraldo Real, que en esta ocasión estaba representado por Ingrid O’Doguerty, presidenta del comité de trabajadoras de la limpieza de edificios municipales. Este año, el Ayuntamiento quiso de este modo agradecer a los trabajadores esenciales durante la pandemia los servicios prestados. Junto a ellas, otras mujeres trabajadoras de este servicio prestado por la empresa pública GEN.

Tras un grupo de animación, compuesto por soldaditos de plomo, llegaba la carroza de la Cartera Real, que hasta última hora de la tarde estuvo recogiendo las cartas de los pequeños más rezagados. Fue Chelo Gallardo, trabajadores de Correos, quien dio vida a este personaje que ha estado recorriendo distintas barriadas en las últimas semanas.

Precediendo a las carrozas de los monarcas desfilaba la Estrella de Oriente, encarnada por Inma Zaldivar, educadora social en Afanas y miembro de la Asociación de Damas de la Feria. Ella era la encargada de anunciar la llegada de Sus Majestades, y de guiarlos hasta la Villa.

Con la música de la Charanga ‘Los sones de Cádiz’ y de la Banda de Música Pedro Álvarez Hidalgo, llegaban los tres Reyes Magos, los auténticos protagonistas de la tarde. Cada uno de ellos en su carroza, acompañados de los pajes reales, lanzaron alrededor de 5.000 kilos de caramelos.

La mayor parte del público se congregó en la zona mas céntrica de la Ribera del Muelle. A medida que la cabalgata se iba acercando a las instalaciones del Club de Tenis, frente al reloj de Sol, el público iba desapareciendo hasta el punto de que la cabalgata se quedó prácticamente sola.

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