Tribuna

Francisco j. Ferraro

Miembro del Consejo Editorial del Grupo Joly

La paradoja del turismo divergente

La paradoja del turismo divergente La paradoja del turismo divergente

La paradoja del turismo divergente

El 3 de septiembre de 2017 publiqué en este diario el artículo Más allá de la turismofobia, en el que ponía de manifiesto el aparente efecto negativo del turismo en el crecimiento económico, pues el PIB per cápita (PIBpc) de las cinco comunidades con mayor peso turístico de España (Cataluña, Baleares, Canarias, Andalucía y Comunidad Valenciana) creciómenos que la media de España en el periodo 2000-2016, provocando que algunas de estas comunidades experimentasen un descenso significativo en el ranking español. Un proceso que se producía en un periodo de tiempo en el que el turismo creció intensamente en España, aumentando su participación en la producción nacional.

El análisis no es baladí pues el turismo no sólo crece en importancia en España, sino que es "la primera industria" de Andalucía y otras comunidades, y en su desarrollo se confía para mejorar nuestro nivel de renta y alcanzar la deseada convergencia con la media española, algo que, como se deduce de lo anteriormente expuesto, no parece que sea el camino adecuado de mantenerse el comportamiento del periodo referido.

Entre las posibles explicaciones para esta paradoja de crecimiento divergente (a más turismo menos PIBpc relativo) apuntaba: 1) la limitada complejidad tecnológica de la mayor parte de las actividades que soportan la actividad turística (hostelería, restauración, comercio, transporte); 2) su elevada competencia, lo que implica beneficios no extraordinarios; 3) la dominante media-baja cualificación de sus empleos, lo que determina limitadas retribuciones; y 4) la elevada estacionalidad de la actividad, con ingresos no regulares a lo largo del año. No obstante, los ingresos sí pueden ser suficientes para mantener niveles de vida no muy exigentes, máxime si se complementan con subsidios o trabajos irregulares, si bien pueden desincentivar el surgimiento de otras actividades productivas de mayor complejidad, inversión y riesgo y, por otra parte, no generar una demanda suficientemente cualificada que aliente el aumento de la producción en otras actividades más intensivas en conocimiento y tecnología.

Pues bien, un reciente análisis del BBVA Research pone su enfoque en el empleo de las provincias españolas en el periodo de recuperación (2013-2018) sobre la base de la afiliación a la Seguridad Social, concluyendo que la hostelería ha sido la actividad económica que más ha contribuido al aumento del empleo en la recuperación, y que si a ésta se suman otras actividades turísticas han contribuido en un 18% a la creación de empleo en España, y en algunas provincias, como Almería y Málaga, han alcanzado la tercera parte del empleo creado.

La observación limitante de esta dinámica positiva es que en las provincias más turísticas la creación de empleo en otros sectores ha sido de menor intensidad que en las de menor peso turístico, y que el turismo no ha generado efectos relevantes de desbordamiento a otros sectores en las provincias más turísticas, por lo que ha aumentado la dependencia del turismo para la creación de empleo. Desde otra perspectiva lo que se observa es la existencia de un "efecto desplazamiento" en las provincias turísticas, como si el empleo turístico limitase la creación de empleo en otros sectores en lugar de ejercer un efecto multiplicador vía demanda por la generación de más rentas turísticas, lo que corrobora la hipótesis de que los aumentos de renta y empleo turísticos no propician de forma significativa una demanda en actividades más complejas.

Además, en el año 2018 el empleo en la hostelería aumentó algo menos que el empleo total, observándose una desaceleración del turismo exterior que puede acentuarse en los próximos años como consecuencia de diversas causas (aumento de la competencia de otros países mediterráneos, desaceleración económica en los países emisores europeos, escaso recorrido a la baja de los costes de transporte), lo que puede determinar el menor dinamismo del empleo turístico, singularmente en los territorios en los que la especialización en el sector es más intensa, lo que estructuralmente se puede traducir en una dificultad adicional a la convergencia territorial en España, ya que entre las provincias en las que el turismo tiene mayor peso predominan las que tienen una renta por habitante inferior a la media nacional.

En conclusión, el estudio viene a reforzar la llamada de atención sobre las implicaciones de identificar al sector turístico como una panacea para el desarrollo regional, lo que no significa ni oposición ni propuesta de restricciones al desarrollo turístico, pero sí que la política de fomento económico debe atender prioritariamente al desarrollo de otras capacidades productivas.

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