Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

La vieja guardia alza la voz

La cosa no ha cambiado tanto. Lo que antes era cesión continua del PSOE al PSC ahora es alfombra roja a ERC

AL mismo tiempo que la tensión entre los tres poderes del Estado llegaba a su máximo por el tema de la renovación del Tribunal Constitucional, los camisas viejas del PSOE se reunían a cenar en torno a Felipe González. "La mayoría tenían que ser ayudados para salir de los coches al llegar al restaurante", decía un periodista en un artículo un tanto malicioso. No seré yo el que me mofe de una persona por su edad. No hay nada más estúpido que la juventud y su glorificación es una de las pruebas más determinantes de la inanidad de estos tiempos que nos ha tocado sufrir. Es cierto que de la cena ha trascendido poco (al menos cuando escribo estas líneas), pero no es difícil imaginar que, al tercer tinto (imagino que saltándose todas las prohibiciones médicas, como Dios manda), las lenguas empezaron a soltarse. No en vano el ágape venía precedido por el manifiesto de algunos ex notables socialistas contra la reforma del Código Penal de Pedro Sánchez y la rajada de Alfonso Guerra en Onda Cero por idéntico motivo.

En los últimos tiempos estamos asistiendo a una mitificación de la figura de Felipe González por el 40 aniversario de su llegada a la Moncloa. Pero ya sabemos que en España (probablemente también en Nueva Guinea) el elogio desmesurado a una persona sirve para ofender a un tercero. Si decimos que Felipe González es el mejor gobernante de todos los tiempos desde Tutankamón es para dejar claro que Sánchez es una sabandija (políticamente hablando, claro).

Me hubiese gustado asistir a la cena de los camisas viejas socialistas, para reírnos juntos del cardiólogo y brindar por los viejos tiempos del GAL y el paro galopante a partir de la crisis del 92. También para maldecir a Sánchez y a su falta de escrúpulos morales y políticos. Pero al día siguiente, con la sinceridad que nos suele asaltar los días de resaca, no podríamos evitar pensar que muchos de los males del sanchismo ya fueron esbozados en épocas anteriores, también en tiempos de González. Como decíamos ayer, Sánchez sólo ha dado un apretón a la tuerca. Por ejemplo, lo que antes era cesión continua del PSOE al PSC (de ahí muchos de estos lodos catalanes), ahora es alfombra roja a ERC; o lo que antes eran arrumacos a un PNV con un pie en el monte y otro en la bolsa de valores, ahora son carantoñas a una Bildu que pretende disfrazarse de nueva izquierda. La diferencia es sólo una cuestión de intensidad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios