Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

Cuarto de Muestras

El vicio de cantar

No hay nada que una más a un pueblo que una canción cantada con verdad y emoción

Su nombre me sabe a hierba. En los pliegues de mi memoria de infancia está Lola, mi hermana mayor, con el tocadiscos de aguja poniendo una y otra vez y otra más las canciones de Serrat. En mi lejano noviazgo están susurradas sus palabras de amor sencillas y tiernas. En los viajes por carretera, hemos cantado a voz en grito las canciones más célebres haciendo más corto el camino aquel. Y en las tardes de invierno, monotonía de lluvia tras los cristales, escuchamos en silencio las canciones de Serrat, las más antiguas, las de siempre. Desde que oí su Romance de Curro el Palmo se me desveló la verdad de una de las canciones más copleras y bonitas que existen. Habría que interpretarla con bata de cola y sin contención alguna, dejándonos a todos en los ojos un manojillo de escarcha.

Sí, de vez en cuando la vida nos besa en la boca, como la otra noche escuchándole. Por halagarle y para que se sepa, no hago otra cosa que pensar en él desde que disfruté de su concierto. Si alguna vez supe que amé, si algún día después de amar amé, fue al oír la canción Lucía. Si cuando me levanto pienso que puede ser un gran día es porque él me regaló la oportunidad de pensarlo. Y se me acerca y se va cuando paseo por la playa. Jugando con la marea canto su himno al Mediterráneo. Llevo la luz de su voz por donde quiera que vaya.

Serrat debiera ser un orgullo para España, para toda España al margen de ideologías y territorios. Nos hacen falta muchos Serrat de derechas y de izquierdas. Si la Real Academia de la Lengua no fuera algo tan aburrido y acartonado, habría en ella más poetas y dejarían también entrar el aire fresco de sus canciones y le reconocerían la divulgación de Machado, de Miguel Hernández y su uso limpio del castellano. El Premio Príncipe de Asturias se prestigiaría reconociendo a un autor que tanto en catalán como en español nos ha hecho canción a todos. Si España fuera normal encontraría en este catalán su propia voz y su templanza y la reivindicaría como propia porque lo es. No hay nada que una más a un pueblo que una canción cantada con verdad y emoción cuando hay tanta gente interesada en dividir y en enfrentar y en no convivir.

Serrat se despide este año de los escenarios y es un gusto verlo tan bien, tan respetuoso consigo mismo y con su público. Con él la vida nos besa en la boca.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios