Tres Hiroshimas sobre Gaza

El balcón

17 de mayo 2025 - 03:06

La actualidad ucraniana, la elección del Papa o la paranoia arancelaria de Trump han sacado de las portadas el genocidio en Gaza. Una matanza rutinaria, industrial, con niños asesinados a diario. Este jueves se han cumplido 77 años del inicio de la primera guerra árabe israelí el 15 de mayo de 1948, tras la partición de Palestina para dar un estado al pueblo judío, ante el horror del holocausto perpetrado por la Alemania nazi. Otra matanza industrial, replicada en Gaza por descendientes de aquellas víctimas.

Acaban de entregarle en Yuste el Premio Carlos V a Josep Borrell. Allí, el exjefe de la diplomacia comunitaria ha hecho el paralelismo: “morir en una cámara de gas, morir de hambre, en ambos casos es el exterminio de un pueblo”. En una entrevista en La Vanguardia, Borrell ha subrayado que dos millones de personas se mueren de hambre en Gaza y el mundo no reacciona. En particular, señalaba la pasividad de Europa: “todos le han dicho a Netanyahu que está matando a demasiada gente, pero le dejan continuar y haciéndolo con nuestras armas. Han tirado sobre Gaza una potencia explosiva equivalente a tres bombas atómicas. Tres veces Hiroshima”.

El gobierno ultraderechista, ultranacionalista y ultraortodoxo de Israel no opina lo mismo. Su ministro Smotrich, del Partido Sionista Religioso, considera justificado matar de hambre a los palestinos de Gaza, para acabar con el terrorismo de Hamas. Y el ministro Eliyahu, de Poder Judío, planteó tirar una bomba atómica. Israel tiene decenas de ojivas nucleares. El antisemitismo tradicional europeo, practicado durante siglos como expulsión, confinamiento o exterminio, es la doctrina aplicada por los sionistas en Palestina; la limpieza étnica. Europa no sólo no reacciona, sino que trata a Israel como socio. Participa en competiciones deportivas continentales, en el mercado y los programas de I+D de la UE y hasta en el Festival de Eurovisión.

En La Haya el Tribunal Penal Internacional ha emitido una orden de detención contra Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes contra la humanidad. EE UU, con demócratas o republicanos, ampara sin embargo el dominio de Israel sobre la totalidad del territorio repartido en 1947 por la ONU. Washington también promueve triángulos que nos conciernen. Marruecos reconoció a Israel para que los americanos le atribuyesen el Sahara. Y España tuvo que desentenderse de su antigua colonia, ante el apoyo estadounidense a Rabat. El flanco sur es el talón de Aquiles español. Y la matanza industrial en Gaza un oprobio para Europa.

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