Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Anatomía de un bostezo
HORROR, tumba y sacrilegio!!! Así se expresaba cuando se enfurecía uno de los personajes de La eme, juguete cómico en tres actos cuyo autor fue el célebre dramaturgo portuense Pedro Muñoz Seca, y que tuve la fortuna de representar con el Grupo de Teatro de Bellas Artes en los inicios del Festival de Teatro de Comedias en los estíos porteños.
El dicho del dramaturgo viene a cuento debido a la profanación de tumbas ocurrida hace unos días en nuestro camposanto municipal. Querámoslo o no, la educación, el civismo, el comedimiento de los urbanitas debe partir desde sus inicios del núcleo familiar en el que se nace. No podemos pretender que a nuestros jóvenes y no tan jóvenes los eduquen otros ajenos a la ascendencia genealógica. Los productores y directores artísticos de nuestros hijos somos nosotros mismos y, en función de nuestra formación y de nuestro buen criterio manejando las distintas situaciones que se nos presenten, obtendremos los resultados apetecidos aunque a veces no sea muy de nuestro agrado la comedia o el drama que se nos ponga por delante. Ningún hijo sale igual a otro, y a todos por defecto se les suele perdonar sus posibles taras.
El problema viene cuando los zagales en vez de jugar con las teclitas de la Nintendo o entretenerse con sus ruidosas y cañeras músicas del reguetón, se dedican a abrir socavones como cráteres de volcán asaltando tumbas y malmetiendo a la gente que ya no puede ni protestar por razones obvias. A estos zagales se les caerá o no algún día la cara de vergüenza cuando alguien como ellos o con menos escrúpulos que ellos pintarraqueen las tumbas de sus seres queridos, pataleen delante de ellas y finalmente salten la tapia para lavarse las manos como cobardes. Entonces sus muertos les recordarán haciendo mutis por el foro que las pretensiones de audiencia reclamadas fueron muy efímeras, se redujeron a una mínima expresión y el chasco fue supermorrocotudo. Dos notas en la prensa, una para relatar el desaguisado y otra para verificar la limpieza de las lápidas maltratadas. ¡¡¡Horror, tumba y sacrilegio!!! Con todos sus muertos.
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