Opinión

Hans-Josef / Artz

En memoria del Duque de Alburquerque

16 de febrero 2010 - 01:00

EL 18 de Febrero a las 11 y cuartohoras de la noche, hace ciento noventa y nueve años, falleció en Londres, abandonado, sin confesar, ni persona de confianza en su cabecera, el Duque de Alburquerque. Solo 35 días antes, en la Sesión del día 13 de enero de 1811 las Cortes le habían declarado a él y a su ejercito "Beneméritos de la Patria", respondiendo así a una representación suya dirigida al Congreso Nacional, acompañado del Manifiesto, pidiendo un puesto de peligro frente al enemigo. En esta Sesión el Diputado Sr. Luján en una intervención dice: "… lo cierto es que cuando estaba cerca de Sevilla tuvo orden de volver sobre Córdoba. El Duque ahí no lo dice, pero yo lo sé. No volvió porque preveía que iba á perder su ejército, y más bien quiso no obedecer la orden que sacrificarlo, y sacrificar la Patria. Así salvó la Nación; y si existimos, es por él y su ejército; y si vive España, vive por él y por su ejército; y si esta provincia puede decir soy libre, lo debe al Sr. Duque de Alburquerque y a su ejército valeroso. Esta es la conducta pública, política y militar del Duque de Alburquerque". La noticia de este reconocimiento y los elogios de las Cortes llegaron demasiado tarde…

En el mismo suelo que había salvado y en que se hallaban las Cortes, "se escribía, y publicaba el libelo más lleno de insultos atroces que jamás ha vomitado el furor. La Junta de Cádiz escribió e hizo firmar por todos sus individuos una carta en que los menores dicterios contra el Duque eran calumniador, y enemigo de la patria. La carta de la Junta fue dirigida a Londres por manos de algún particular, roto el sello, y puesta en el Two-penny Post, ó estafeta para colmo de la indecencia".

D. José Moreno de Mora, amigo del Duque y testigo de sus últimos días escribe desde Londres el 19 de Febrero de 1811 a su hermano en Cádiz:

".... Te escribo con mucha prisa para noticiarte la desgraciada muerte del Duque de Alburquerque, en quien he perdido un excelente amigo que ciertamente me hubiera sido muy útil en este país. El caso ha sido el siguiente: cuando recibió esa maldita carta de la Junta de Cádiz, contestación a su panfleto, cayó enfermo y en la apariencia se mejoró, pero siempre cavilando y escribiendo representaciones, sin dormir ni comer en cuatro días y noches. Al cabo de este tiempo, observamos en él ciertos síntomas que nos pareció locura, pues era un furioso delirio en que tenía por objeto: la muerte de Bonaparte, disposiciones del ejército y de batallas y principalmente las expresiones de la dichosa carta, pues continuamente pronunciaba el que nadie le podía probar el que era perturbador de la patria y menos enemigo del bien de la causa española. En vista de esto llamamos a los mejores médicos, quienes lo declararon por loco y lo mandaron a una casita muy pequeña en el campo, bajo la custodia de dos guardias que estuvieron con él, el 16 en la noche, el 17 y el 18, en cuya tarde los médicos advirtieron alguna calentura de lo que se alegraron, creyendo sería la crisis de su enfermedad; éstos lo visitaron a las 5 de la tarde y viéndolo sosegado y aparentemente dormido lo creyeron mejor, pero a las ocho de la noche que advirtieron los asistentes verdaderos síntomas de muerte, fueron a llamar al confesor, el que cuando llegó ya había expirado sin movimiento ni mayores esfuerzos. Yo le vi seis horas antes de expirar y tenía las encías y boca enteramente negras, cuyas circunstancias y las de empezar a oler a las pocas horas de su muerte, me hacen creer que ésta la ha causado una calentura pútrida interna que no conocieron los médicos y le pudrió la sangre en el cuerpo. Lo cierto y real verdadero es que la maldita carta lo ha muerto violentamente y que de este asesinato es responsable la Junta de Cádiz; que su muerte ha sido sumamente desgraciada, pues murió enteramente abandonado, sin confesar, ni persona de circunstancia a su cabecera ….."

Todos los historiadores elogian las grandes dotes militares del Duque de Alburquerque y su famosa retirada a la Isla de León, salvando así la soberanía de la nación española, y hacer posible la reunión de las Cortes.

D. Álvaro Picardo y Gómez en el prólogo de la publicación Cartas de cuando la francesada del año 1959 escribe lo siguiente:

"En ellas leeremos un fiel relato de los últimos días del Duque de Alburquerque, tan mal tratado por la Junta de Cádiz y al que hasta hoy la Ciudad no le ha hecho justicia pues sin la entrada de ejército, la plaza hubiera tenido que rendirse a los franceses."

Desde hoy, la Ciudad de Cádiz cuenta con un año para la fecha significativa, 18 de Febrero de 2011, Bicentenario del fallecimiento del Duque de Alburquerque), y así oficialmente hacer justicia a este salvador de Cádiz y de la nación española, a este héroe, como dice Adolfo de Castro, nunca bastantemente celebrado. Sin su hazaña probablemente ni hubieran existido Las Cortes de Cádiz, ni La Constitución de 1812, ni "El Bicentenario"; lo que estaríamos conmemorando hoy serían los 200 años de la perdida de la soberanía y los 200 años cuando Cádiz se hizo francés.

FUENTES:

El Ejército y la Marina en las Cortes de Cádiz, Francisco J. de Moya Jiménez y Celestino Rey Joly

Cartas de cuando la Francesada, Álvaro Picardo y Gómez

Diario de Sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias

El Español, Blanco White

CRONOLOGÍA DE UN ASESINATO

02.02.1810 Entrada de la infantería del ejército del Duque de Alburquerque en la Isla de León.

07.02.1810 Intimación a la rendición de la Plaza y la famosa contestación: "CADIZ FIEL A LOS PRINCIPIOS QUE HA JURADO NO RECONOCE OTRO REY QUE FERNANDO VII."

28.02.1810 El Duque de Alburquerque es nombrado:

Gobernador Militar y Político de la plaza de Cádiz

Capitán General de la provincia y costas de Andalucía

General en Jefe del Ejército de operaciones.

11.03.1810 El Duque de Alburquerque dirige una representación al Consejo de Regencia, exponiéndole el estado lamentable de sus tropas.

El Ministro de la Guerra, General Eguia, traslada en R. O. al Presidente y Junta de Cádiz la queja del Duque de Alburquerque.

16.03.1810 La junta publica su célebre escrito refutando el anterior.

18.03.1810 Contestación del Duque de Alburquerque a la Junta de Cádiz.

.04.1810 El Duque de Alburquerque es nombrado Embajador extraordinario en Londres.

20.11.1810 Manifiesto

24.12.1810 Representación dirigida al Congreso Nacional por el Duque de Alburquerque acompañado del Manifiesto.

12.01.1811 Carta de la Junta de Cádiz al Duque de Alburquerque en contestación a su Manifiesto.

13.01.1811 Se lee en las Cortes una exposición del Duque de Alburquerque pidiendo un puesto de peligro frente al enemigo.

14.01.1811 Resolución acordada por las Cortes en vista de la representación y Manifiesto del Duque de Alburquerque, declarando al Duque de Alburquerque y su exército beneméritos de la Patria.

11.02.1811 El Duque de Alburquerque recibe la carta de la Junta de Cádiz.

16.2.1811 Los médicos declaran al Duque de Alburquerque por loco y lo mandan a una casita muy pequeña en el campo bajo la custodia de dos guardias.

18.2.1811 El Duque de Alburquerque fallece en Londres a las 11 y cuarto de la noche enteramente abandonado, sin confesar, ni persona de circunstancia a su cabecera. Tenía solo 35 años.

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